A la Ministra de Información y Comunicación Delcy Eloina Rodríguez: Leí su carta pública al Presidente de este diario y su opinión sobre lo que publicáramos en nuestra pasada columna del 15 de julio. Como expresión propia de un régimen de marcada vocación totalitarista, usted pide desde el confort y el poder de un despacho ministerial -cito- “un tratamiento justo y equilibrado a la gestión del Presidente Nicolás Maduro, en las informaciones periodísticas y en los artículos de opinión”. En relación a esa solicitud por un tratamiento justo le hago las siguientes muy precisas cinco preguntas:
Primera, ¿El pasado 26 de junio se celebró o no en su despacho una reunión en la que se notifica que por decisión del presidente Maduro se ordena traspasar el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía, CENAC, del despacho de Cultura al despacho que usted representa?
Segunda, ¿El pasado 27 de junio se celebró o no en el despacho del ministro de Cultura, Fidel Barbarito, reunión similar en la que se le notifica que por instrucciones del presidente Maduro se procederá vía Ley Habilitante o por reforma de la propia Ley a arrebatarle el CENAC a esa dependencia ministerial?
Tercero, ¿es cierto o no que luego se celebra en el despacho del Presidente del Cenac, Juan Carlos Lossada, una reunión con gremios del sector -Asociación Nacional de Autores Cinematográficos, Cámara Venezolana de Productores Cinematográficos, Cámara Venezolana de la Industria del Cine y el Video, Asociación de Productores Cinematográficos y Audiovisuales, entre otros- para imponerlos de los detalles de las dos reuniones ministeriales y de la correspondiente orden presidencial?
Cuarta, ¿es cierto o no que esta decisión presidencial se imparte sin ninguna consulta previa entre los profesionales, expertos y gremios del sector?
Y, quinta, ¿es cierto o no que esta decisión ha generado inquietud, temor, desazón y es considerada un histórico retroceso entre los hacedores de cine venezolano?
Ministra, termine por aceptar que mis fuentes rojas rojitas no todas tienen talante autocrático, no todas dependen de la manipulación oscura de los recursos públicos, no todas son tan audaces como para presumir o aspirar a que desde un despacho gubernamental se le imponga una línea única de opinión a todos los articulistas de un país. Cambio de tema haciendo pública por esta vía mi invitación a usted para ventilar abiertamente el presente institucional del cine venezolano por mi programa radial, sobre el que estoy seguro usted recibe reportes detallados relacionados con sus contenidos, alcance y penetración. Lo clave del párrafo que tanto molestó a la jefa -por ahora- de la hegemonía comunicacional tuvo que ver con revelar las intenciones del Minci para controlar todo el esfuerzo del cine nacional.
Escribí: “El Centro Nacional de Cinematografía, Cenac, que tradicionalmente ha estado adscrito al Ministerio de la Cultura, lo están cocinando para adscribirlo al Ministerio de Información y Comunicación, Minci. Este Centro siempre ha operado de manera autónoma y su financiamiento proviene de los aportes de la industria privada del cine, el cable, la televisión, distribuidores. Las numerosas películas que se vienen haciendo en el país -un incremento a todas luces- es el resultado de ese aporte. La concertación para la toma de decisiones en el Cenac es costumbre. Al pasarlo al Minci será para políticamente partidizar los fondos disponibles y hacer del cine otra herramienta ideológica para seguir el ejemplo soviético: cine socialista-comunista que tuerce y cambia la historia y manipula la verdad. Igualito que el cambio de nombre a las instituciones”.
Las intenciones están claras en dos decretos de fecha recientes. En la Gaceta Oficial número 40.357, Decreto 791, se adscribe al despacho de la ministra la Fundación La Villa del Cine, cuya creación fue autorizada mediante Decreto N° 4.266 de fecha 6/2/2006, publicado en la Gaceta Oficial N° 38.373 de igual fecha. Informa que esta adscripción se produce “motivado a que el cine y los medios audiovisuales inciden en la formación de la ciudadanía en el fomento de los valores de una sociedad democrática y en el propio desarrollo social de la Nación, y dado que es deber del Estado promover el desarrollo de expresiones artísticas en todos sus géneros y contribuir al enriquecimiento de una cultura cinematográfica y a la difusión de las obras de los cineastas y creadores y creadoras en general”. Q
uedando encargada la ministra Delcy Eloina Rodríguez de la ejecución del decreto ( http://www.aporrea.org/actualidad/n245428.html ).
El otro decreto # 40.435 también adscribe a la ministra, la Fundación Distribuidora Nacional de Cine Amazonia FILMS, que fue creada de acuerdo al Decreto N° 4.267 de fecha 6/2/2006, publicado en la G.O. N° 38.373, reformado por el Decreto N° 6.118 de fecha 27/5/ 2008, publicado en la G.O. N° 38.970 de fecha 10 /7/2008. Un día después que este periódico publicara la carta ministerial en el diario Últimas Noticias del domingo el colega Sergio Moreno suscribió un reporte con éste título: “Cineastas criollos en estado de alerta. Representantes del sector están inquietos por posible cambio del CNAC al Minci”. “Discutirán los desafíos de la industria en un foro. Preocupados. Así se encuentra el gremio cinematográfico venezolano, alerta ante los cambios recientes que ha sufrido la industria”.
Hace tres meses, se publicó que La Villa del Cine pasaba a ser una dependencia del Minci. Luego se le unió la distribuidora Amazonia Films, la cual desde hace unas semanas se encuentra adscrita al despacho de Delcy Rodríguez. Entre los cineastas existe temor de que el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) sea el próximo en convertirse en dependencia del Minci. Esta decisión tendría que aprobarse a través de una reforma de la Ley de Cine, vigente desde hace 21 años.
Para la realizadora Solveig Hoogesteijn, “la principal preocupación es que si el sector cine pasa a un Ministerio de Comunicación e Información, cuya misión es promulgar y dar a conocer las obras del Estado, allí podría haber un aspecto propagandístico, que haría sombra sobre la libertad de expresión del cineasta”. La misma inquietud se repite entre una larga lista de creadores criollos, quienes se reunieron la semana pasada para presentar el Foro del Cine Venezolano, que comenzará el próximo 1 de agosto y discutirá el futuro del sector. Según el director Thaelman Urgelles, “la independencia que han tenido hasta ahora podría perderse cuando pasen el CNAC al Minci.”. Con la verdad ni ofendo ni temo. Descubrirla molesta a los burócratas rojos. Por cierto; ¿publicará el despacho a cargo de la ministra la lista de los cacareados rojos rojitos que se llevaron los dólares de Cadivi?. También podría ordenar hacer una película sobre tan destacado elenco de venezolanos revolucionarios. La esperamos…