Las elecciones regionales y municipales realizadas el pasado domingo 21 de noviembre no lograron obtener la certificación electoral necesaria para que la comunidad internacional suspenda la sanciones, luego de que la misión de la Unión Europea (UE) concluyera, en su informe preliminar, que hubo irregularidades como el uso de recursos públicos para la campaña, inhabilitaciones arbitrarias de candidatos y puntos de control partidista en centros de votación.
Isabel Dos Santos, jefa de la misión de la UE, concluyó que no había garantías electorales y en la página nueve de su informe detalla que en tres estados los candidatos chavistas coaccionaban a los electores con las vacunas contra el COVID-19, bolsas de alimentos y otras prebendas para que votaran por los candidatos chavistas.
El chavismo consolidó su poder en Venezuela al ganar en 20 de los 23 estados del país, además de Caracas, en las elecciones regionales, unos comicios en los que votó el 41,8% del censo (8,1 millones de votantes de los 21 millones llamados a las urnas).
Por primera vez en 15 años, unas elecciones en Venezuela contaron con una Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (UE). Sin embargo, la oposición no fue capaz de movilizar a los electores hacia las urnas y la falta de unidad de los candidatos terminó por costar algunos cargos muy reñidos en varias regiones.
La victoria de Manuel Rosales en el estado de Zulia es el mayor triunfo de una noche aciaga para la oposición, que solo ha logrado tres de las 23 gobernaciones, sumando Cojedes (José Galíndez) y Nueva Esparta (Morel Rodríguez).
Redacción Maduradas con información de ABC
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