Mientras los venezolanos pierden kilos por falta de alimentos, el presidente Nicolás Maduro lució «repuestico» en su liqui-liqui gris. Sus rollitos resaltaron al pararse y sentarse durante el desfile en Los Próceres.
Maduro acudió con un traje que lo delató en todo momento, su barriga resaltó y las costuras de su pantalón peligraban.
El presidente tiene mayor acceso a los alimentos que los venezolanos, que aunque hagan largas colas, o se anoten en listas les cuesta comprarlos insumos. Además de la escasez, está el bajo poder adquisitivo de los sueldos que son atacados por la inflación.
El primer mandatario ha comido en cadena y en transmisiones nacionales desde tequeños hasta arepas. Además toma café y jugos públicamente, sin considerar a los demás.
Redacción Maduradas
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