Christian Salaroli relató su testimonio como uno de los médicos italianos que se encuentran en primera línea en la batalla para contener la epidemia del coronavirus en ese país, donde ya se registran 10.149 casos confirmados del Covid-19 y 631 muertes a causa de esta enfermedad.
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Salaroli, anestesiólogo del hospital Papa Giovanni XXIII de Bérgamo, uno de los focos del brote en la nación, narró en una entrevista al Corriere della Sera cómo es la lucha contra el virus.
“No se imaginan lo que está pasando aquí. Elegimos a quién tratar y quién no según la edad y las condiciones de salud. Como en todas las situaciones de guerra”, confesó.
El médico se refirió sobre la manera en la que atienden a los pacientes contagiados por el Covid-19. El primer paso es ingresar a quienes presenten insuficiencia respiratoria en una habitación especial con 20 camas. Todos los demás, los casos menos graves, son enviados a sus casas para no ocupar un sitio en vano.
Después, “temprano en la mañana, el reanimador pasa con el personal de primeros auxilios. Su opinión es muy importante”, señaló Salaroli.
“Además de la edad y estado general, el tercer elemento [que se evalúa] es la capacidad del paciente para recuperarse de una operación de cuidados intensivos”, añadió.
A su vez, explicó que adoptan la decisión acerca de quién ingresar en cuidados intensivos en un máximo de 48 horas.
“Dado que desafortunadamente existe una desproporción entre los recursos hospitalarios, las camas de cuidados intensivos y las personas con enfermedades críticas, no todos están intubados. Aquellos con los que eliges continuar son todos intubados y colocados boca abajo, porque esta maniobra puede favorecer la ventilación de las áreas inferiores del pulmón”, aclaró.
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Además, el anestesiólogo hizo énfasis en que los especialistas analizan con especial atención a los “pacientes con enfermedades cardiorrespiratorias y con enfermedad coronarias graves, porque toleran mal la hipoxia aguda y es poco probable que sobrevivan a la fase crítica”.
Afirmó que la tasa de mortalidad de paciente entre 80 y 95 años de edad con insuficiencia respiratoria grave o las que padecen una falla multiorgánica de más de tres órganos vitales es “del cien por ciento”. “En ese caso ya no se puede hacer nada”.
Resaltó que los médicos que luchan desde hace semanas contra la enfermedad sufren al hacer esa evaluación discrecional, que se realiza “en una larga escala”.
“Algunos quedan destrozados. Le sucede al jefe y al residente recién llegado que se encuentra temprano en la mañana teniendo que decidir el destino de un ser humano”, dijo.
También agregó que otra contrariedad que afronta los médicos en Italia es que se encuentran rebosados de trabajo.
“Muchos de mis colegas están sufriendo esta situación. No es solo la carga de trabajo, sino la emocional, lo que es devastador. Vi llorar a enfermeras con treinta años de experiencia, personas que tienen crisis nerviosas y de repente tiemblan. Ustedes no saben lo que está pasando en los hospitales”, subrayó.
Redacción Maduradas con información de Infobae.
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