Todos aquellos productos cuyos precios fueron fijados por la Superintendencia de Precios Justos han sufrido un incremento desmesurado por parte de revendedores en los mercados municipales.
Los vendedores informales han incrementado más de 3.300% el costo de los productos regulados por el Gobierno, creando así un mercado que está a punto de ser inalcanzable, así reseña una nota publicada por El Tiempo a través de su portal.
Así lo demuestran los costos de algunos rubros, como la harina de maíz, el arroz y la pasta, que se observan en los mercados municipales de Puerto La Cruz y Barcelona (Tronconal III), donde a pesar de las advertencias realizadas por las autoridades, se mantiene la presencia de los llamados “bachaqueros”.
En un recorrido realizado por el equipo de El Tiempo se pudo observar que en el estacionamiento principal del expendio de alimentos porteño, los informales comercializan el kilogramo de espagueti en Bs 500, lo cual representa un alza de 3.333%, con respecto al precio regulado de Bs 15 marcado en el empaque.
Los bachaqueros disponen de unos disimulados tarantines en los que se pueden encontrar muchos de los productos de la cesta básica, que adquirieron al precio estipulado por la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socio Económicos (Sundde), pero cuyo valor final dependerá del nivel de escasez que registre cada uno de ellos.
En ambos mercados municipales se puede conseguir el kilo de harina de maíz a Bs 450, pero el costo regulado es de Bs 19, lo que significa que su precio fue elevado en 2.368%.
Estos vendedores informales ofrecen el kilo de arroz a Bs 400, la leche a Bs 1.400, el azúcar a Bs 400; y ni hablar de los productos de limpieza y aseo personal.
El kilo de detergente en polvo, por ejemplo, es expendido a Bs 400 y la panela de jabón azul en Bs 200.
Las toallas sanitarias de ocho unidades tienen un valor autorizado para la venta de Bs 21, pero en el mercado de Boyacá III se consigue a Bs 350.
Hay productos que parecen haber desaparecido del stock de los “bachaqueros”, pues según afirman algunos consumidores, como el ama de casa Alicia Moreno, desde finales de noviembre no se encuentran.
Este es el caso del jabón de baño, lavaplatos y suavizante de ropa.
Opiniones encontradas
“Comprarles a los bachaqueros es un mal necesario. Si hago cola pierdo mi día de trabajo, y si dejo mi empleo no tendré para adquirir los alimentos”.
Así piensa la comerciante María Lourdes Terán, quien vive en la parte alta del municipio Sotillo y trabaja en una tienda de calzados del Casco Central de Puerto La Cruz.
Ella explica que cobra salario mínimo, que desde noviembre de 2015 se ubica en Bs 9 mil 649.
Asegura que semanalmente en su casa, donde habita con su esposo y una adolescente, gastan más de Bs 10 mil en comida.
Quien no tiene la misma opinión es el comerciante Luis Tovar.
Él asegura que los “bachaqueros” mantendrán el mercado paralelo hasta que los ciudadanos quieran.
“Deberíamos sustituir los productos que no conseguimos. No hay que comprarles nada a los informales, eso es una sinvergüenzura que nosotros estamos abalando” dijo.