Pedro Benítez, historiador y analista político, aseguró que las últimas medidas económicas tomadas por el régimen de Nicolás Maduro, y que anunció con bombos y platillos, tienen un altísimo nivel de improvisación, lo que lleva a saber que no hay un plan concreto.
«Pero en cambio sí hay un propósito. El de instaurar una economía cartelizada, con un grupo de empresarios amigos (o al menos no enemigos) bajo control político y sin libre competencia, pero que permita seguir eludiendo las sanciones norteamericanas y pueda llenar los anaqueles. Un capitalismo a la rusa», expresó.
Benítez planteó su análisis en un artículo publicado en el site de Al Navío, en el que aseguró que luego de aferrarse durante «seis catastróficos años» para Venezuela, Maduro se ha visto obligado a girar hacia algún tipo de pragmatismo.
«El impulsor puertas adentro del régimen de ese ‘giro’ ha sido El Aissami, quien no es teórico, ni economista, pero un operador político, aliado importante de Maduro y esperanza de muchos de los empresarios privados que han sobrevivido al holocausto productivo», agregó.
El historiados expuso que el proceso el chavismo destruyó su principal fuente de poder al «liquidar casi por completo» a la industria petrolera.
«Sin los ingresos de los petrodólares, cercado por las sanciones norteamericanas y ahora con el colapso de los precios mundiales del petróleo, Maduro se ve obligado a ir en un sentido muy distinto al que desearía», dijo.
Redacción Maduradas con información de Al Navío
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