La violencia e injusticia en Venezuela es el pan de cada día. El pueblo no aguanta la crisis y el hambre en el país y deciden salir a las calles a exigirle a sus gobernantes que remedien la situación. A cambio, solo reciben maltratos y represión por parte de los cuerpos de seguridad del Estado.
Esto lo admitió la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, al referirse sobre los excesos de los efectivos de seguridad y el uso descontrolado de las armas de fuego durante las manifestaciones.
Sobre el caso del estado Sucre, donde recientemente dos personas fallecieron durante unas protestas, resaltó la importancia del uso medido de la fuerza. “Es importante que para el control de las manifestaciones los cuerpos de seguridad no usen armas de fuego porque la Constitución prohíbe de manera expresa el uso de armas de fuego en las manifestaciones”.
Ortega dio un breve balance de los detenidos durante las protestas que se realizaron a mediados de junio. Informó que 452 fueron detenidas y que de esas solo 35 permanecen privadas de libertad, reseñó El Cooperante.
Además, agregó que se deben seguir de cerca los planes y políticas implementadas por el Estado venezolano en materia de seguridad, con el fin de comprobar su efectividad y alcance.