El exinspector del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) Óscar Pérez, quien fue asesinado el pasado lunes en el kilómetro 16 de El Junquito, donde se encontraba atrincherado, tenía un lado humano bastante noble que buscaba ayudar a los niños, especialmente a los pacientes con cáncer.
Pérez creó hace dos años la fundación GV33 Moral y Luces, que atendía a niños y adolescentes con cáncer, en situación de calle y otras condiciones de pobreza.
Algunos de sus miembros habrían acudido a la morgue de Bello Monte a la espera de conocer sobre su caso. Allí señalaron que se trataba de una persona ejemplar y muy carismática con los niños.
Redacción Maduradas con información de El Cooperante.