Los venezolanos de a pie, la gente humilde, esa que se levanta bien temprano para dejar el pellejo en la calle y regresar a casa con algo de sustento para mantener a su familia, son quienes hoy sufren las mayores consecuencias de la crisis.
Jesús es un hombre que vende esos tradicionales «raspados» o «cepillados». Como a todos, las ventas se le han venido abajo porque lo que antes era considerado un antojito ahora se ha convertido en un lujo impagable. Sin embargo, pese a la crisis y a la incertidumbre actual, Jesús no pierde la esperanza en un mejor futuro para Venezuela y continúa atendiendo a sus clientes como siempre, con una sonrisa en la cara y la mejor disposición.
A continuación la historia completa:
Él es Jesús Ledezma y tiene 30 años preparando «raspados» tradicionales en plaza Bolívar, en San Juan de los Morros.
Para los que nos leen en otros países y no saben que es un «raspado», les explicó a continuación: Se llama así a este tipo de helado el cual lleva como método de preparación, raspar o rayar el hielo que se pone en la plancha de la máquina, una vez granizado el hielo, se sirve en un vaso y se acompaña con jugos concentrados de colita, parchita, tamarindo, limón, piña, etc; depende el sabor que prefieras, también se le acompaña con leche condensada, la cual termina dándole ese toque ideal,
por decirle de alguna manera. En Venezuela son muy tradicionales.
Jesús me atendió de maravilla, me explico cómo los prepara y me dijo que se siente feliz del trabajo que realiza. Me contó que en esta plaza ha visto y atendido a muchas personalidades de la política y del mundo de la farándula, tanto nacional como internacional.
Con este carrito ha levantado a toda su familia. Jesús cree en Venezuela, pero sobre todo y lo tiene muy presente, cree que la única manera de seguir avanzando es con trabajo y más trabajo.
Conversé mucho con él y es un señor súper generoso, te habla con una sencillez, que sientes como si lo conocieras de toda la vida.
Todos los días aprendemos algo. De este maravilloso venezolano me llevo la siguiente lección: NO eres «exitoso» cuando consigues mucho dinero, lujos y todo este tipo de cosas banales, ¡NO! El éxito está en ser feliz haciendo lo que de verdad te gusta, te apasiona y cuando logras contagiar a otros a que sean agentes de cambio.
Así somos los venezolanos, gente trabajadora, humilde, sencilla que lo único que quiere es ver a su país progresando.
¡Gracias Amigo! Sus «raspados» nos han dejado una gran lección por eso entras en la lista de los verdaderos #VenezolanosConCorazon.
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Por: Andrés Modesto (@ProximaExtacion)