Una madre japonesa fue señalada de obligar a su hija a pasar hambre y suministrarle laxantes para hospitalizarla con el objetivo de cobrar el dinero del seguro a través de tres instituciones diferentes en la ciudad de Daito, en Osaka, Japón.
Foto: Caraota Digital.
Las autoridades indicaron que la madre, identificada como Kadumi Nawata, le digo a las directivas del colegio de su hija que la menor de ocho años tenía una enfermedad intratable por lo que necesitaba ser hospitalizada constantemente para que le realizaran pruebas médicas, de esta forma impidió que la institución sospechara sobre algún tipo de abuso de su parte, pero tras una investigación con diferentes centros de salud se determinó que la niña no fue diagnosticada con alguna enfermedad.
Las autoridades descubrieron que presuntamente la madre solía hacer pasar hambre a su hija y le daba laxantes para empeorar su estado de salud, la hambruna forzada y la desnutrición provocaron una hipoglucemia cetósica.
Según medios locales, la madre hospitalizó a la niña al menos 43 veces durante los últimos cinco años, haciéndola pasar 332 días internada en un centro asistencial desde 2018, y de esta forma logró cobrar cerca de 40,000 dólares de los seguros de salud en tres instituciones diferentes.
Todo se descubrió cuando una enfermera escuchó a la madre cuando regañaba a su hija y le dijo: “No comas. Acabo de irme a dormir”.
Esta situación fue reportada a las autoridades y en 2022 los funcionarios de bienestar infantil La acusaron de no darle la alimentación adecuada a su hija y que eso llevaba a las constantes hospitalizaciones.
La mujer fue arrestada, pero luego de ser liberada la niña fue devuelta a su madre debido a que las políticas en Japón sobre las unidades familiares son estrictas y es difícil quitarle un niño a un padre especialmente cuando se trata de una madre soltera, explicó Viktoriya Shirota, exdirectora de una organización sin ánimo de lucro que ayuda a atender familias desfavorecidas en Japón.
Nawata negó las acusaciones en su contra y aseguró que no le causó sufrimiento a su hija, mientras que la pequeña quedó bajo el cuidado de los servicios de protección infantil que ahora le proporcionan las tres comidas al día.
Redacción Maduradas con información de Caracol.
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