En horas de la tarde de este miércoles 16 de marzo, se pudo saber que los restos de la periodista Kalinina Ortega, quien fue asesinada de un golpe en la cabeza y sus restos fueron enterrados bajo una mata de aguacate en el patio de su propia residencia en San Bernardino (Caracas).
El Carabobeño
Los restos fueron sepultados en el Cementerio del Este, en La Guairita, donde reposarán al lado de los de su madre.
De acuerdo con El Carabobeño, al acto concurrieron sus hermanos Igor y Karelia Ortega, un sobrino, otros familiares y amigos.
Vale señalar que Ortega, ex reportera de la fuente de Educación del diario El Nacional, habría desaparecido desde una fecha imprecisa en octubre de 2016. La última vez que la vieron con vida fue el 20 de septiembre cuando visitó a su hermana Karelia en El Cafetal.
Fue a través de información suministrada por la abogada Ghersy Dávila que los familiares de la comunicadora se enteraron de su ausencia, pues no se encontraba en su vivienda, signada con el número 19 en la avenida Fernando Peñalver, de San Bernardino.
Sin embargo, no asumieron el peor de los escenarios. Presumían que había salido a cobrar la pensión, pero no regresó. En aquella ocasión, los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) se limitaron a inspeccionar únicamente la casa y no hallaron nada extraño.
Al parecer, todo estaba intacto y que nada faltaba en el inmueble. No fue sino hasta el 26 de febrero de este 2022 que se encontraron los restos de la periodista.
Más detalles
Al momento de encontrar los restos, un hombre estaba limpiando el patio de la casa 19. Notó que el área estaba llena de escombros, maleza y basura. Un perro llegó al lugar, comenzó a hurgar en la tierra y dejó al descubierto partes óseas de un pie. El cuerpo estaba a unos 30 cm de profundidad.
La osamenta hallada fue analizada en la sede del Senamecf de Bello Monte por antropólogos y odontólogos forenses. La ficha odontológica proporcionada por el consultorio donde Kalinina se realizó tratamientos dentales fue determinante para la identificación y también los detalles del deceso.
A pesar de que la mujer no poseía bienes económicos de gran valor, se maneja la teoría de un robo, ya que la periodista poseía obras de arte que ahora no están. En específico, faltan dos obras de Zapata, de 80 x 110 centímetros.
También desaparecieron sus tres perros, dos gatos y un loro. Aún queda la gata que nunca se separaba de ella.
Redacción Maduradas con información de El Carabobeño
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