Este jueves 28 de enero, en horas de la mañana, se llevó a cabo una protesta pacífica de ciudadanos, fundamentalmente latinos, para exigir justicia por el caso de violación de la joven venezolana de 18 años de edad a manos de su empleador.
Clarín
A la manifestación asistieron al menos 100 personas que se aglomeraron frente al local de Irineo Garzón Martínez, acusado de cometer abuso sexual agravado con acceso carnal en contra de la muchacha. Entre los protestantes, estaba la madre de la víctima.
«Yo vine a gritar por ella. ¡Justicia! Grito justicia por mi hija. Ella hoy no puede gritar. Pudimos salvar su vida, pero no su integridad. Llamamos a jueces, fiscales, autoridades de esta nación, no queremos más violadores libres. Basta de violadores sueltos. Señora jueza, usted juró por Dios defender a las víctimas, defienda a mi hija», reclamó Thais, la madre de la víctima, entre lágrimas, según reseñó El Clarín.
Es importante destacar que, en un primer momento, la jueza Karina Zucconi calificó el hecho como un abuso sexual “simple” y dejó libre a Garzón. El evento ocasionó el rechazo generalizado de los ciudadanos que decidieron, espontáneamente, salir a las calles para denunciar el suceso.
Luego de esto, se cambió la imputación y se le prohibió a Garzón Martínez tener contacto con la joven afectada, así como la salida del país. Del mismo modo, se le embargaron sus bienes en 90.000 pesos.
Redacción Maduradas con información de Clarín
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