Carlos Ramírez, sociólogo egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), aseguró muchos jóvenes que decidieron salir del país dejaron un cuarto vacío, el cual los padres decidieron sacarle provecho, para hacer de esto una entrada extra de dinero.
También destacó la realidad que se vive en Caracas. Mientras las fronteras ven a cientos de venezolanos migrantes, en la capital el flujo de personas se mantiene gracias a la «migración interna» (la llegada de personas desde el interior).
“Al principio la migración era de los profesionales, luego fueron los padres de familia; a estos le siguieron los jóvenes quienes salen en busca de un mejor futuro y ayudar a sus padres, algunos ya en la tercera edad, pero como no todo comienzo en el exterior es favorable muchos padres decidieron alquilar las habitaciones de sus hijos y justamente son personas del interior del país que vienen a hacer vida en la capital”, indicó Ramírez.
Esto representa una oportunidad para quienes se ven fozados a abandonar sus hogares en el interior, debido al colapso de los servicios públicos y a las pocas opciones que poseen en el exterior del país.
Es el caso de Alejandra Peroza, quien es oriunda del estado Anzoátegui decidió cambiar su vivienda en Lecherías por una habitación en Caracas y tener mayores opciones de ejercer su carrera de Comunicación Social.
“En Anzoátegui hay buenos medios pero la gran demanda esta acá en Caracas, en una conversación familiar decidí venirme a la capital y pagar $30 en un habitación que salir del país con opciones muy bajas de ejercer mi profesión”, dijo.
Redacción Maduradas con información del Diario 2001
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