El Sicad II será otro trapo rojo; un engaño más del gobierno que busca ganar tiempo, objetivo que por razones políticas evidentes no logrará.
Será un trapo rojo, porque de no ser así el precio del dólar en ese “mercado” inmediatamente se igualaría al (o alcanzaría el nivel) del mercado negro de divisas, haciendo a éste último desaparecer; y si eso ocurriese, al tratarse de un precio legal, las aduanas, el Seniat y, peor aún, la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socio Económicos (Sundde) tendrían que reconocerlo como parte de la estructura de costos legal, lo que haría desbordar aún más nuestra ya alta inflación (la mayor del planeta, por cierto).
Olvídese de que el gobierno dejará al mercado fijar el tipo de cambio en el Sicad II, pues éste será un precio legal. Será el gobierno el que lo fije arbitrariamente, manteniéndose el mercado negro de divisas y la escasez.
¿Usted se imagina que el gobierno permitiese que el precio en el Sicad II llegara a unas 13,5 veces el tipo de cambio oficial (i.e. que se permitiese una devaluación del 1.250%)? ¿Tiene idea del tamaño de la inflación que tendrían que tolerar? No, no lo tolerarán. Repito, el tipo de cambio del Sicad II no lo fijará el mercado, sino el gobierno y de una forma discrecional (arbitrariamente bajo para la demanda existente).
Así, el Sicad II será un mercado de divisas homogéneo con todos queriendo comprar; la escasa oferta de dólares provendrá del sector petrolero, pues, nadie en su sano juicio los querrá ofertar en volúmenes significativos a un precio menor a aquel del mercado ilegal. De hecho, ni siquiera transnacionales que a esa tasa pudieran exportar querrán hacerlo, pues en su activo abundan los bolívares, y en su pasivo una deuda en dólares que pagar; o, simplemente, para explicarme mejor, si a la tasa legal reconocida del Sicad II, algunas transnacionales pudieran exportar, los dólares que generarían por la exportación, no se destinarían a la oferta local, sino que serían retenidos por las propias trasnacionales para ir poco a poco bajando su enorme deuda externa con casas matrices aún por pagar.
El Sicad II, por tanto, será también un mercado ilíquido, caracterizado por la escasez, por lo que seguirá existiendo el mercado negro de divisas, la especulación y corrupción. En palabras llanas, el Sicad II, en caso tal de que políticamente al final pueda operar, implicará un diferencial cambiario más que explotar, o una mafia cambiaria más (el diferencial cambiario o la mafia de arbitraje por acceso privilegiado a las divisas entre el tipo de cambio del Sicad II y del mercado negro ilegal – i.e. un guiso más).
Si el objetivo en la mente de las autoridades es tan solo fiscal, el tipo de cambio del Sicad II podría arrancar en la vecindad de los 20Bs/$. Mientras que si el objetivo final, además de fiscal es de contención de la escasez, la tasa podría rondar 35Bs/$, más bien. En cualquier caso, será otro trapo rojo para intentar ganar más tiempo en lo político, y en lo económico un espacio de acción adicional para una mafia más.
Si no me cree, el lunes 10 de marzo o cuando quiera que abra, si es que abre, el Sicad II, pregunte al operador cambiario si le venderían diariamente tantos dólares como quiera, para que compruebe usted mismo que le dirán que no.
@garciabanchs
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