La crisis económica de Venezuela, continuará profundizándose cada día más, debido a la creciente falta de divisas para las importaciones. La escasez aumentará, el poder adquisitivo decaerá y la inflación se irá aún más por las nubes. Al menos eso es lo que tres de las firmas internacionales más importantes del mundo prevén para el país.
Punto importante a tomar en cuenta: 4.000% es la brecha entre el tipo de cambio del Cencoex y el dólar paralelo, lo que está destruyendo la estructura de precios en Venezuela, según Barclays Capital.
Cálculos de la firma Jefferies, publicados en su más reciente informe, destacan que para equilibrar la brecha fiscal este año el recorte en las importaciones debe ser de 25 millardos de dólares. “Lo que representaría una contracción de 34% con respecto a las importaciones de 2014 y de 52,8% con relación a 2013”.
Agrega que las cifras de 2015 son exactamente iguales al nivel promedio de las importaciones de 15 millardos de dólares que se registró entre 1997 y 2005, con el agravante de que en aquellos años el consumo y la manufactura doméstica no dependían de las compras externas, pues no se había producido la ola de nacionalizaciones y expropiaciones.
Recesión significativa
Barclays Capital, banco británico, señala que a más de un mes de haberse puesto en marcha el Simadi, los desequilibrios en la economía lejos de resolverse se han incrementado. Advierte que las autoridades legalizaron una tasa cambiaria que ha debilitado aún más el bolívar. A esto se une el hecho de que prácticamente “no hay dólares en el nuevo sistema”, dice el informe publicado por la firma.
Asevera que el nuevo sistema cambiario está alimentando la inflación a través de la depreciación de la tasa de cambio. Es decir, devaluaron un solo tipo de cambio al crear Simadi, pero el promedio por cada dólar subió porque hay cuatro tasas (tres oficiales y la del mercado paralelo). Esto disminuye los ingresos petroleros y aumenta las necesidades de financiamiento mediante la monetización (impresión de dinero sin respaldo en oro).
“La situación aumenta los riesgos de la economía a través de la hiperinflación y una contracción profunda; por lo que esperamos una inflación de 188% en 2015”, según la firma.
El banco británico indica que no hay duda de que el gobierno prioriza el pago de la deuda externa, a pesar de que conoce el costo que esto representa en términos de caída del poder adquisitivo de los venezolanos. “La recesión será significativa y los riesgos de agitación social pueden incrementarse”.
No cesará la escasez
La estadounidense JP Morgan refiere que la creación del Simadi como nuevo sistema cambiario “se ha quedado corto nuevamente y a la dura realidad económica se añade la incertidumbre dentro del escenario político”.
La venta de activos y la emisión de bonos de la deuda en dólares de Petróleos de Venezuela al Banco Central de Venezuela han mejorado el balance “pero la incapacidad para la racionalización de los recursos y el incremento de las distorsiones en el régimen cambiario están fomentando la fuga de capitales”.
Apunta que esta situación es la que está complicando las importaciones de bienes y el crecimiento de la economía. De allí que la inflación se mantenga en niveles muy altos y la escasez de productos no cese. Es precisamente esta situación la que, según la firma estadounidense, continúa alimentando la desaprobación que las encuestas muestran a la gestión gubernamental. “Haciendo muy difícil para ellos (PSUV) ganar las elecciones legislativas”.
Con información de El Nacional.