El gobierno de Panamá, que fue electo y que asumirá el poder el próximo 1 de julio, inició «contactos diplomáticos» y estudios, a través de organismos internacionales, para concretar sus planes de «cerrar» la frontera del Darién.
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Este jueves 16 de mayo, Frank Ábrego, ministro designado de Seguridad Pública, aseveró que la promesa hecha por José Raúl Mulino, gobernante electo en Panamá, sería considerada una «prioridad» en ejecución. Será este el presidente encargado de cerrar esta frontera selvática y repatriar a todo migrante irregular que la cruce.
«Ya iniciamos una serie de estudios, a través de organismos internacionales, él (Mulino) ha hecho algunos contactos a nivel diplomático y estamos en la preparación de un plan que con posterioridad se dará a conocer«, expresó Ábrego.
Del mismo modo, reconoció que la labor no es fácil, ya que son al menos 260 kilómetros de selva, pero se mostró convencido de que sí se puede hacer. Además, ante el temor de posibles abusos a los derechos humanos, de cara a la repatriación masiva de migrantes, el funcionario recordó que Panamá siempre ha sido garante de los mismos.
Redacción Maduradas con información de EFE
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