El papa Francisco expresó este lunes 8 de enero su preocupación por las tensiones entre Venezuela y Guyana por el Esequibo, un territorio en disputa entre ambos países. También se refirió a la polarización en Perú y a la crisis en Nicaragua, que afectan a la convivencia social y a la democracia.
Así lo dijo en su discurso de inicio de año ante el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, según informó Vatican News. El pontífice hizo un repaso por la situación de los diferentes continentes y pidió a la comunidad internacional que se comprometa con el derecho humanitario.
“En América no hay guerras abiertas, pero existen fuertes tensiones entre algunos países, por ejemplo entre Venezuela y Guyana”, afirmó Francisco, quien instó al diálogo y a la solución pacífica de las controversias.
También mencionó el caso de Perú, donde “ha crecido la polarización, que socava la armonía social y debilita las instituciones democráticas”. Y añadió que “sigue siendo preocupante la situación de Nicaragua, una crisis que se prolonga desde hace tiempo con dolorosas consecuencias para toda la sociedad nicaragüense, en particular para la Iglesia católica”.
El papa también se refirió a los conflictos que azotan a otras regiones del mundo, como Ucrania y Gaza, donde “no hay una distinción entre los objetivos militares y civiles” y “la población civil es golpeada indiscriminadamente”. Recordó que “las violaciones graves del derecho internacional humanitario son crímenes de guerra” y que “no es suficiente con evidenciarlos, sino es necesario prevenirlos”.
Francisco reiteró su llamado a un alto el fuego en todos los frentes, especialmente en el Líbano, y a la liberación de los rehenes en Gaza. También abogó por que los palestinos reciban las ayudas humanitarias.
Por último, el papa mencionó “los dramáticos acontecimientos que han tenido lugar en Etiopía, Sudán, Sudán del Sur, Somalia y Mozambique”, y pidió que se respeten los derechos humanos y se favorezca la reconciliación.
Redacción Maduradas
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