El Papa Francisco mantuvo su serie de catequesis sobe el sentido y el valor de la ancianidad, dedicando parte de su intervención a pedir un mejor trato con las suegras y que ellas limiten un poco sus criticas.
En su catequesis dedicada a los ancianos durante la audiencia general celebrada en la plaza de San Pedro, en El Vaticano, el Papa señaló que las relaciones de pareja crean vínculos, entre estos destaca el de la suegra con la nuera.
«Sabemos que los lugares comunes sobre vínculos de parentela creados por el matrimonio, sobre todo el de la suegra, ese vínculo entre suegra y nuera, hablan contra esta perspectiva. Pero, precisamente por esto, la palabra de Dios se vuelve valiosa. La inspiración de la fe sabe abrir un horizonte de testimonio contra los prejuicios más comunes, un horizonte valioso para toda la comunidad humana», señaló.
Basando su reflexión en los personajes bíblicos de Rut y Noemí, una nuera que se niega a abandonas a su suegra ya sin esposo e hijos, incluso la suegra anima a su nuera a conquistar un nuevo marido.
«El nuevo matrimonio de Rut se celebra y los mundos son de nuevo pacificados. Las mujeres de Israel dicen a Noemí que Rut, la extranjera, vale ‘más que siete hijos’ y que ese matrimonio será una ‘bendición del Señor’. Noemí, que estaba llena de amargura y decía también que su nombre es amargura, en su vejez conocerá la alegría de tener una parte en la generación de un nuevo nacimiento. ¡Mirad cuántos ‘milagros’ acompañan la conversión de esta anciana mujer! Ella se convierte al compromiso de volverse disponible, con amor, por el futuro de una generación herida por la pérdida y con el riesgo de abandono», mencionó.
Además recalcó que en la sociedad la suegra es vista bajo una figura negativa, algo que no debe ser así.
«Retomo lo que he dicho al principio, hoy la suegra es un personaje mítico, la suegra no digo que la pensamos como el diablo pero siempre se piensa en ella como una figura mala. Pero la suegra es la madre de tu marido, es la madre de tu mujer», indicó el Papa.
Recordó que las suegras no son algo negativo para la vida de sus nueras o yernos y que hay que hacerlas felices.
«Pensemos hoy en este sentimiento un poco difundido de que la suegra cuanto más lejos mejor. ¡No! Es madre, es anciana. Una de las cosas más bonitas de las abuelas es ver a los nietos, cuando los hijos tienen hijos, reviven. Mirad bien la relación que vosotros tenéis con vuestras suegras: a veces son un poco especiales, pero te han dado la maternidad del cónyuge, te han dado todo. Al menos hay que hacerlas felices, para que lleven adelante su vejez con felicidad. Y si tienen algún defecto hay que ayudarlas a corregirse», manifestó.
Del mismo modo, hizo un llamado a las suegras a evitar hacer comentarios de más.
«También a vosotras suegras os digo: estad atentas a la lengua, porque la lengua es uno de los pecados más malos de las suegras, estad atentas. Y Rut en este libro acepta a la suegra y la hace revivir y la anciana Noemí asume la iniciativa de reabrir el futuro para Rut, en lugar de limitarse a disfrutar de su apoyo», indicó.
Redacción Maduradas con información de Aci Prensa.
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