Casi una docena de escoltas de altos funcionarios del Gobierno han sido asesinados durante 2015, en la mayoría de los casos para robarles su armamento, en lo que paradójicamente se han gastado más de 31 millones de bolívares desde que Nicolás Maduro está al frente de la Presidencia, reseña El Cooperante.
En el presupuesto para el año 2013 se destinaron 10 millones 362 mil 108 bolívares en el reglón equipos y armamentos de seguridad para la custodia y resguardo de personas; al año siguiente, la suma descendió a cuatro millones 162 mil 765; pero en el presupuesto de 2015 se triplicó hasta alcanzar 16 millones 745 mil 97 bolívares.
En total, entre 2013 y 2015 el Gobierno ha dedicado 31 millones 269 mil 970 bolívares a la compra de armamento para escoltas, mientras en 2012, por ejemplo, solo se destinó un millón 83 mil 633 bolívares. Sin embargo, a pesar del incremento en el presupuesto para equipamiento de escoltas, el hampa ha asesinado a 11 en lo que va de año.
Vale acotar que en el presupuesto de la Nación no se especifica si se trata de armas solo para personal de seguridad de altos funcionarios, pues queda a discreción la asignación una vez que el reglón se denomina “equipos y armamentos de seguridad para la custodia y resguardo de personas”.
Las primeras víctimas fueron José Daniel Castillo y Luis Ramón Revilla, escoltas del defensor del Pueblo, Tarek William Saab y del ministro de Educación, Héctor Rodríguez, respectivamente. Siguieron engrosando la lista Eldemar José Bermúdez, guardaespaldas de Mario Silva; José Borges, de Wiston Vallenilla; Carlos Pulgar, de la diputada Blanca Eekhout; Yusber Enrique Velásquez, de la primera dama Cilia Flores; José Luis Pérez, del director de sistema de orquestas, Gustavo Dudamel; Maicker Vásquez y Alexander Faría, escoltas del diputado Freddy Bernal; Marco Chacón, del comandante general de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Néstor Reverol y Juan Manuel Villegas, custodio de Carmen Meléndez, ministra para el Despacho de la Presidencia.