La Siderúrgica del Orinoco Alfredo Maneiro (Sidor), que hace más de una década se erigió como la acería más importante de América Latina y del Caribe, acumula tres meses sin producir ni un gramo de acero, inicialmente por la escasez de insumos y luego por orden del Ejecutivo nacional, que frenó el arranque operativo, debido a la crisis eléctrica.
La producción se detuvo en la segunda semana de enero de 2016, a pocos días de iniciado el año. Cuando la industria promocionó -en febrero- a través de sus redes sociales la llegada de material refractario, necesario para reanudar operaciones, la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) no dio luz verde al arranque, lo que agravó su crítico estado operativo.
Este domingo, la paralización llegó a tres meses, justo cuando en la industria se conmemoran ocho años de la reestatización de Sidor, por orden del presidente Hugo Chávez, reseñó Correo del Caroní.
La producción de acero de febrero y marzo de 2016 fue nula, aunque otras áreas como planta de pellas, el tren de barras y alambrón y algunas líneas de laminación siguieron operando. Con la obtención de acero en los primeros días del año, la producción en el primer trimestre de 2016 se ubicó en 37 mil 927 toneladas, apenas 11 % de la programación de este periodo, de acuerdo con cifras extraoficiales.
En 2007, cuando la industria alcanzó récord de producción en manos del grupo trasnacional Techint, Sidor registró un promedio mensual de 359 mil toneladas de acero, de modo que en tres días era capaz de producir lo que la industria ha alcanzado en todo el primer trimestre de 2016, en un contexto de crisis de insumos y racionamiento eléctrico por el vertiginoso descenso del embalse de la central hidroeléctrica Simón Bolívar en Guri, la más importante del estado Bolívar y el país.
El director laboral de la industria, Pedro Velásquez, sostuvo que la preocupación va en ascenso en el seno de los trabajadores “porque no se sabe el destino que se nos viene”. “Se hablaba de cierre técnico y aunque hasta los momentos no se han desactivado fichas, los buses pasan recogiendo al personal específico de las plantas en operación como pellas que arrancó a finales de la semana”.
De resto, los trabajadores se dirigen como pueden a la industria, permanecen en sus casas o hacen otro oficio para complementar el deteriorado salario.