El acceso al agua potable y al saneamiento es un derecho humano; sin embargo este líquido está pasando por un proceso de contaminación bastante preocupante en Venezuela debido a que, según expertos, aguas contaminadas con heces, materia orgánica en descomposición y peligrosos agentes químicos, terminan en el sistema de agua “potable” del centro y la región capital del país.
Para Germán Benedetti, ex miembro del Consejo Legislativo del Estado Carabobo en el período del 2009 al 2012, e ingeniero mecánico, la situación podría resumirse de esta manera: Los grandes cultivos centenarios de caña de azúcar y cambur que se encontraban en los alrededores del Lago de Valencia, regados con agua de la zona, dejaron de ser trabajados para sustituirse por un proyecto que nunca se desarrolló del Plan de Seguridad Agroalimentaria, razón que ocasionó el aumento del nivel del Lago de Valencia entre 2010 y 2012.
Sobrepasado el muro de contención y protección del lago, miles de familias del sector residencial La Punta y Mata Redonda –asentado allí desde hacía más de treinta años –, al sur de Maracay, tuvieron que ser evacuadas. El sistema de aguas residuales se mezcló con el de las aguas de lluvias, desbordándose de las alcantarillas e incluso llegando a salir desde los sumideros y los inodoros de las casas en un perímetro aún mayor.
Para evitar que el Lago de Valencia se desbordase más, en septiembre de 2007 se inició el trasvase (desvío) de aguas que anteriormente llegaban al lago, hacia embalses de agua para el consumo humano. El problema es que estas aguas están altamente contaminadas al provenir de fuentes que recogen cloacas y desechos industriales altamente tóxicos. A partir de 2010 se cuadruplicaron esos caudales, cometiéndose lo que Benedetti califica como un acto criminal contra la salud pública. Se trata de aguas salobres y contaminadas con materia orgánica, metales pesados y cianobacterias letales.
En 1999 el Presidente de la República Hugo Rafael Chávez Frías, firmó un Decreto de Emergencia Presidencial de Saneamiento del Lago de Valencia N° 8.844 y publicado en Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 39.882 donde establecía que se debían realizar unas obras en un período de 5 años que consistían en hacer una red de cloacas y plantas de tratamiento de aguas residuales para evitar que se contaminaran las aguas limpias que llegaban a los embalses. Estas obras, después de 16 años, no se lograron culminar.
De la cloaca al lavaplatos, ducha y lavamanos
Para evitar que las aguas del contaminado río Cabriales –que atraviesa Valencia –llegaran al Lago de Valencia haciéndolo desbordar, parte de las mismas fueron desviadas mediante una tubería de varios kilómetros de longitud hacia el río Paito que a su vez drena en el embalse Pao Cachinche que surte de agua “potable” a 3 millones de personas entre Aragua y Carabobo. Estamos hablando de toneladas de excrementos.
Por otra parte, existe otro trasvase desde la Laguna Taiguaiguay (pozo séptico de aguas residuales de Maracay, Cagua, y otras localidades) desde donde se bombea hasta 3.000 litros por segundo de aguas contaminadas hacia Valles de Tucutunemo, y esas aguas residuales no tratadas descargan en Río Tucutunemo, de allí al Río Guárico, el cual al final de su recorrido drena en Embalse de Camatagua, que surte al 80% de Caracas. El Embalse de Camatagua distribuye por bombeo a cinco embalses alternos entre ellos La Mariposa, así como Taiguaza, y Lagartijo.
El agua que llega a los grifos está tan sucia y salada que es imposible potabilizarla y puede ser mortal
Benedetti explica que todas las plantas potabilizadoras de Venezuela y del mundo tienen procesos simples de potabilización por medios convencionales. Este proceso de potabilización utiliza un producto químico llamado sulfato de aluminio que atrapa toda la materia orgánica en suspensión del agua, la aglomera y se forma una especie de masa la cual se hunde, se filtra y después de que el agua queda clara, limpia y transparente, se utiliza el cloro como desinfectante para matar cualquier tipo de bacteria dando como resultado el agua potable.
“Qué sucede, que la salinidad en el agua entre 250 microsiems por centímetro (uS/cm) y máximo hasta 300 uS/cm, el sulfato de aluminio tiene la propiedad para hacer esa función de atrapar la materia orgánica que tiene el agua proveniente de embalses de agua dulce para luego filtrarla y dosificarla con el cloro. Por encima de ese valor de salinidad, la materia orgánica queda en suspensión y no aglomera las heces fecales junto con otros elementos de aguas residuales atrapados en la materia orgánica y todos esos otros elementos contaminantes y de aguas residuales incluyendo el metal aluminio del proceso incompleto de clarificación del aguay pasan a la red de distribución de agua potable; así como el fitoplancton que nace en los embalses como lemna, bora y cianobacterias letales”.
Como el sulfato de aluminio ya no puede remover la materia orgánica el proceso se estaría realizando de manera manual con la ayuda de trapos para limpiar lo más que se pueda el agua sucia en las piscinas de tratamiento de potabilizadoras.
El último balance oficial presentado por la compañía Hidrológica del Centro (Hidrocentro) indica que el agua que se está consumiendo en Carabobo no está cumpliendo con las normas sanitarias establecidas; afirmó el ingeniero civil sanitarista Manuel Pérez Rodríguez, director general del Movimiento por la Calidad del Agua.
Para el mes de agosto de este año, se dieron a conocer algunos parámetros que se encontraban fuera de lugar; ya que el color se excedió en un 75% de lo establecido en las Normas Sanitarias de la Calidad del Agua Potable exigidas en la gaceta oficial vigente del año 1998 y la turbiedad según lo que indica la regla superó un 79,20%.
Asimismo, Pérez aseguró que se concentró un 80,80% de aluminio en la planta potabilizadora Alejo Zuloaga que es la que surte el área Metropolitana de Valencia; lo cual puede desarrollar en el cuerpo humano algunas patologías en el sistema nervioso.
“Racionamiento Forzoso”
El Ingeniero Germán Benedetti aseveró que desde hace 2 años y medio Hidrocentro ha estado realizando lo que llaman “Racionamiento Forzoso” de agua en caudal de 7.000 lps (litros por segundo) aproximadamente; por imposibilidad de potabilizar el agua almacenada en embalses con salinidad acumulada y superior a 500 uS/cm, que es una medición del Parámetro ^Conductividad Eléctrica^.
Gracias a este racionamiento se ha logrado mejorar el color del agua de Hidrocentro que sigue siendo no potable: pero al bajar la distribución en 7.000 lps aproximadamente también han disminuido las descargas de aguas residuales en el Lago de Valencia, que contribuyen ahora a su reducción de nivel de 30 cm al año del lago –por aquello de que las aguas residuales de dicha ciudad van a parar al lago –.
Cabe destacar que este problema estaría generando un negocio para algunas personas, los llamados “Bachaqueros del agua”; ya que se encargan de vender botellones de agua sin etiquetas, control ni permisos sanitarios para distribuirlas en los kioskos de periódicos y revistas sin importarles las graves consecuencias de salud pública que están ocasionando. Además de que muchas de estas botellas son llenadas en pozos de agua contaminados con metales y elementos de aguas residuales cercanos al Vertedero la Guasima en Tocuyito, Estado Carabobo.
Problemas de salud
Lorena Benarroch, Inmunóloga Pediatra, comenta que la contaminación en el agua potable ha producido algunas enfermedades en los habitantes de la región central, ya que la demanda de citas en Carabobo, Aragua y zonas aledañas ha venido incrementándose con mucha preocupación, sobre todo desde el desvío de aguas negras hacia las fuentes de agua potable, donde ya se conoce que es un producto “No potabilizable”.
Según el artículo 7 de las Normas Sanitarias de Calidad de Agua Potable, cuando un valor excede el Valor Máximo Aceptable, se debe realizar una investigación que demuestre las causas e informar en este caso a INSALUD, que es establecido como en el ente regional adscrito al Ministerio de Salud.
El agua indebidamente tratada puede provocar hepatitis y diarrea, han señalado desde la Red Defendamos La Epidemiología. En 2013, el sindicato de Hidrocentro denunció que no le permitían el acceso a las potabilizadoras.
“Nuestras consultas son de inmunología, por lo que vemos muchas alergias, trastornos de intolerancia a alimentos, enfermedades gastrointestinales, inmunodeficiencias, infecciones recurrentes, por lo que los tratamientos son variados entre ellos desintoxicación de metales pesados, recomendaciones del uso de filtro y de alimentos, inclusive en duchas”.
La solución más idónea ante el problema de salinización de embalses y la dificultad de potabilización, es restablecer los cultivos de riego agrícola de caña de azúcar y de cambur cercanos al Lago de Valencia para que haya más necesidad de seguir desviando aguas contaminadas hacia el sistema de agua potable de manera que no se desborde el lago. En el sector en 2009 se producían 1.250.000 toneladas de alimento y actualmente no se producen ni 350.000.
Con información de Michelle Bolívar / Amnistía Internacional / Tal Cual.