El diario La Verdad contó los pormenores de un dantesco hecho ocurrido en Maturín: Un hombre de 20 años descuartizó a su madre utilizando una sierra eléctrica.
Em el caño Orinoco, en el centro de Maturín, terminaron los huesos de Rosalinda Miraval, de 50 años, luego que Jerinson Cavires (20), su propio hijo, la asesinara.
Dentro de una oficina policíal el joven fue interrogado y mantuvo la tesis de la desaparición, hasta que no soportó la presión de los sabuesos y terminó confesándolo todo.
Había matado a su progenitora hace tres meses, después lanzó su cadáver en un caño que atraviesa parte de Maturín, en el estado Monagas. No se conocen los motivos de tan violenta acción.
Los bomberos hallaron un fémur, un pie y partes de una pierna en las aguas del caño, al cabo de minutos apareció el torso y los brazos. No localizaban la cabeza cercenada, hasta que la hermana de la víctima la encontró en la casa dentro de una cava con hielo.
El homicida había repetido una y otra vez a la familia que la quincuagenaria había viajado a Charallave, en el estado Miranda, para sembrar.
La duda condujo a la familia hasta la vivienda ubicada en la calle Junín, en pleno centro, en la que había rastros de sangre en las paredes y el piso, de la habitación. El asesino mató a su madre con un cuchillo, después la descuartizó con una sierra eléctrica.
Redacción Maduradas con información de La Verdad
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