En el año 2016 la joven Elly Warren fue asesinada y presuntamente violada cuando participaba en un programa de buceo y voluntariado en Mozambique y luego de cuatro años del suceso, su padre decidió emprender una investigación sobre la muerte de su hija por no haber recibido una versión clara sobre lo ocurrido.
El padre de la víctima, Paul Warren, inició una investigación privada sobre el crimen de su hija por sospechar que las autoridades de Mozambique había sido sobornadas por el presunto asesino y esto llevó a que el caso fuera desechado.
Entre los meses de agosto y septiembre pasado comenzó a trabajar en el caso que le ha costado cerca de 50.000 dólares.
Para avanzar en el caso recibió ayuda de un investigador privado alemán que le ofreció trabajar de forma gratuita en el caso y juntos lograron infiltrar a una prostituta a la banda criminal de la ciudad donde fue asesinada su hija, misma organización de la que se sospechaba que estaba implicada en el crimen.
Ya tenía una pista de una madre sudafricana quien le había contado sobre un hombre que colocaba drogas en las bebidas de los turistas para robar sus pertenencias.
«Sentí que no tenía otra opción que dirigir esta operación… Así que organizamos que una prostituta se mudara a Tofo y se hiciera amiga del líder de la pandilla con el objetivo de averiguar con el tiempo lo que pudiéramos sobre él y cómo opera», contó el padre.
La prostituta estuvo recopilando información durante cuatro semanas hasta que sintió que el riesgo contra su vida era muy alto, pero para ese momento ya había logrado identificar al jefe de la banda y tenía grabaciones del criminal alardeando de sus hazañas y amenazando de muerte a una joven.
El hombre presuntamente es conocido en Tofo, pero también muy temido, porque además de ser un peligroso criminal ha sobornado a la mayoría de los policías.
Sobre el criminal, Warren explicó que dirige una red de prostitución, trafica cocaína y su banda opera drogando a turistas para robarlos.
El padre cree que su hija fue asesinada por este criminal posiblemente luego de que ella se resistiera al robo.
Ahora, los datos recopilados por el padre están en manos de funcionarios consulares de la Embajada de Australia en Pretoria (Sudáfrica), junto con una petición de 71 páginas al Tribunal Forense de Victoria que solicita a las autoridades australianas avanzar en el caso.
En septiembre, la Policía Federal Australiana (AFP) le pidió a Warren que desistiera de su investigación privada porque podría poner en peligro los esfuerzos de las autoridades del país.
Redacción Maduradas con información de Infobae.
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