The Washington Post utilizó una cámara infrarroja capaz de registrar las partículas emitidas al respirar y al conversar, con el fin de mostrar el riego de transmisión del coronavirus.
Hasta distancias de más de dos metros pueden alcanzar las partículas más pequeñas o aerosoles y permanecer más tiempo en suspensión. Al toser, cantar, gritar o estornudar se esparcen un mayor número de goticas respiratorias que pueden concentrarse en lugares cerrados y mal ventilados.
El medio de comunicación norteamericano recordó que el uso correcto de la mascarilla ayuda a reducir la posibilidad de transmisión a otras personas, incluso en aquellos casos asintomáticos. Un tapabocas mal colocado o que esté holgado facilita la salida de aerosoles hacia atrás.
Redacción Maduradas con información de The Washington Post.
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