El pasado 17 de enero, el presidente de la República, Nicolás Maduro, instó a los jóvenes venezolanos a inscribirse en los 10 mil cupos disponibles para formarse como funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (Unes), así como en los otros 10 mil cupos que se abrieron para formar parte de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) bajo la modalidad de la Guardia del Pueblo.
El primer mandatario informó que los cursos iniciarán el próximo 15 de febrero, y que para el 15 de julio saldrían 20 mil nuevos uniformados a la calle “como parte de su preparación práctica”.
Créditos: Roland Hoskins / DailyMail
Lo que Maduro no dijo es que en lo que va del mes de enero han sido asesinados 23 funcionarios de diferentes cuerpos de seguridad en el país. La mayoría de estos decesos se registraron en hechos en los que el propósito de sus verdugos era robar el armamento.
Cabe destacar que 10 de estas muertes se registraron en el área capitalina, según conteo periodístico. Sobre esto, el abogado penalista y criminólogo, Luis Izquiel, consideró que este año se mantiene o incluso tiende a crecer la cifra de decesos policiales en el país, tomando en cuenta que sólo en 2016 fueron asesinados 414 uniformados en el territorio nacional, lo que se traduce a más de un funcionario fallecido por día.
Este es uno de los tantos motivos – que dijo- mantienen un déficit de funcionarios en los cuerpos policiales venezolanos, aunado a los bajos salarios que perciben con respecto a la peligrosa profesión que desempeñan; además de que no cuentan con equipamiento necesario para ejercer sus funciones y no se les garantiza seguridad social, lo que les motiva a renunciar pese a su vocación de servicio.
Izquiel explicó que la mayoría de los asesinatos a policías ocurre por razones como:
Robo de armas
Venganzas
Vivir en zonas populares; dominadas por bandas delictivas
Víctimas de la violencia e inseguridad
Las armas robadas a los funcionarios son utilizadas para engrosar el “parque de armas” de la delincuencia o para ser vendidas en el mercado negro a elevados precios, aseguró el criminalista.
Con información de Caraota Digital.