Ser presidente tiene por supuesto sus beneficios, uno de ellos es el hecho de ser recibido por todo lo alto siempre que se viaje a una nación «amiga». Este jueves, tras visitar Rusia y Argelia, Nicolás Maduro arribó a Minsk, Bielorrusia, donde espera reunirse con su homólogo, Alexandr Lukashenko, para conversar sobre proyectos de cooperación bilateral en los ámbitos de economía y comercio.
Foto: Prensa presidencial.
Al llegar a la capital, Minsk, Maduro y su esposa, la «primera combatiente», Cilia Flores, fueron recibidos en el aeropuerto por el viceprimer ministro de Bielorrusia, Vladímir Semashko, pero además por autoridades políticas y militares y unas hermosas mujeres bielorrusas muy bien maquilladas y sonrientes, vestidas con traje típico nacional.
Las esbeltas damas, tres en total, agasajaron a Nicolás ofreciéndole una cálida bienvenida en su idioma local, flores y un postre típico al que el primer mandatario no perdió la oportunidad de dar una probadita de inmediato.
Foto: Prensa presidencial.
Redacción Maduradas.