En 1992 se estrenó la telenovela «Kassandra» en el canal venezolano RCTV y de inmediato se convirtió en un éxito al relatar la historia de una joven que fue intercambiada cuando era bebé y entregada a una familia gitana pobre que vivía en un circo, pero a los 18 años regresa a su pueblo natal dónde vive su familia original millonaria.
Está era la tercera vez que la historia escrita por la cubana Delia Fiallo era llevada a la talla chica, en 1973 salió como «Peregrina» y en 1988 como «La muchacha del circo».
En esta oportunidad Kassandra fue interpretada por Coraima Torres, quien admitió: «En ese momento no tenía la sensación de que mi vida iba a cambiar. Tenía 17 años. De hecho, viajé con mi hermana para conocer a la escritora porque era menor de edad. Fue un gran desafío. Quería demostrar mi valía cuando me dijo que el papel era mío. Tenía una sensación de miedo y de posibilidad».
El éxito llevó a esta producción a traspasar fronteras y llegó a más de 100 países.
El entonces vicepresidente ejecutivo de Coral Pictures, subsidiaria de RCTV en Caracas y Miami, Antonio Páez, manifestó: «Todas las novelas de esa época eran muy populares y, de hecho, abrí varios mercados como el chino o el ruso. Después las novelas fueron muy populares, por ejemplo, en Israel. Éramos populares en todo el mundo».
También, mencionó: «Y supimos que había grupos que viajaban a las fronteras de los países donde teníamos licencia del producto solo para escuchar o saber cuál era la historia, o para poder colarse allí y ver algunos episodios».
La telenovela «Kassandra» se vendió a países como Estados Unidos, Rumanía, Grecia, Italia o Rusia y, también, a los integrantes de la antigua Yugoslavia.
Para el año 1997, «Kassandra» tenía en vilo a los habitantes de la República Srpska, la entidad que junto con la Federación de Bosnia y Herzegovina conforma el país europeo de Bosnia y Herzegovina, una región que venía de 20 años de guerra y para ese momento aún se mantenía en conflicto.
«Fue una época muy tumultuosa y, de hecho, descubrí que esta novela paralizaba toda esa zona. Independientemente de lo que la gente estuviera viviendo, al menos por una hora podían desconectarse de la dura, cruel y sangrienta realidad que estaban viviendo para sumergirse en la historia de amor de Kassandra», contó Páez.
En la época había una guerra en Bosnia y Herzegovina, y en la zona se transmitía la telenovela, pero luego de la intervención del canal SRT, que la estaba transmitiendo, comenzaron los problemas porque esperaban seguir viendo los capítulos de aquella historia que los desconectaba de su dura realidad.
Es por esto que, desde el Departamento de Estados de Estados Unidos, país que intervenía en el conflicto, llamaron a Páez para pedirle que autorizara la transmisión de los capítulos a través del canal en cuestión, él revisó los registros de Coral Pictures y descubrió que no se habían vendido los derechos de emisión de «Kassandra» a SRT, sino que estos la habían estado pirateando desde una emisora en Belgrado, Serbia.
Inicialmente intentó vender los derechos de emisión, pero el canal admitió no tener dinero y el gobierno de Estados Unidos que no podía involucrarse de esa manera, por lo que finalmente decidió donarlos.
«Fue un gran éxito absoluto allí y todo se calmó. Fue un gran momento para ser parte del tremendo poder que tenían las novelas en todo el mundo», señaló Páez.
Redacción Maduradas con información de BBC.
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