Las dificultades que padecen los venezolanos para obtener los esperados pasaportes y otros documentos para poder emigrar se han convertido en historias que se repiten una y otra vez entre la ciudadanía.
Ese es el caso de una joven venezolana que contó a El Diario de Caracas las complicaciones que vivió para obtener el anhelado documento para el que esperó, exactamente, dos años y ocho meses.
A pesar de que el proceso de recolección de datos que realizó en el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) fue relativamente rápido, el funcionario que la atendió se sinceró asegurándole que debería esperar al menos seis meses para obtener la documentación. Eso fue el 27 de enero de 2017.
La venezolana esperaba emigrar en diciembre de 2017. Sin embargo, esos planes se postergaron hasta el punto en el que pensó que nunca obtendría el pasaporte. Incluso, llegó a recurrir a los servicios de un gestor que le pidió 150 dólares, pero que se los devolvió ante la imposibilidad de obtener el documento.
La joven afirmó que su hermana de 18 años migró al igual que muchos de sus allegados, incluida su oportunidad de iniciar una vida amorosa con un muchacho que migró igualmente.
«Seguí despidiendo gente, ya Caracas se me hacía pequeña ¿Cómo un documento puede limitarte tanto? Pausó mis proyectos, incluso los amorosos, porque despedí a alguien con quien tuve planes que también se nublaron. Se fue más al Sur y yo me quedé, con el despecho de verlo partir y dejar inconcluso un cuento al que le vislumbraba un mejor final«, contó.
No fue sino hasta septiembre de 2019 que logró recibir el documento. La joven reconoce que lloró al tenerlo en sus manos.
“¿Qué se siente tener en tus manos algo que te limitó tanto? Respiré muy hondo y, claro, lloré, por las colas que hice, por las humillaciones, por los planes que demoré, pero especialmente lloré por la situación que vivimos en Venezuela, donde mendigamos incluso por nuestros derechos«, añadió.
Sin embargo, lamenta que, durante los más de dos años que estuvo esperando por su pasaporte, muchas cosas cambiaron: ahora sus planes de migrar se ven frenados por la necesidad de tener visas para muchos de los países de la región.
Redacción Maduradas con información de Diario de Caracas
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