El papa Francisco decidió retirar de Nicaragua al obispo Silvio Báez, quien habría sido amenazado de muerte por parte de grupos fieles y radicales al régimen de Daniel Ortega.
”Yo no he pedido salir, he sido llamado por el Santo Padre. Esta decisión de que yo abandone Nicaragua es una responsabilidad del Santo Padre”, dijo Báez tras la decisión del Sumo Pontífice.
En Nicaragua, la Iglesia católica se ha convertido en el albergue de los perseguidos por el régimen de Ortega, lo que ha generado ataques contra el obispo por parte de funcionarios de seguridad del Estado y grupos paramilitares.
Desde abril del 2018 los nicaragüenses han manifestado en las calles y la respuesta de Ortega ha sido una brutal represión, que ha provocado el asesinato de al menos 320 personas, según cifras de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh).
“Le manifiesto con toda sinceridad: en este momento experimento un gran dolor en mi corazón, el dolor de no poder estar físicamente en mi amado pueblo nicaragüense”, agregó Báez, en respuesta a la sorpresiva decisión del papa.
Asediado por una turba enardecida que quería ingresar a la Basílica San Sebastián en Diriamba, fui herido, golpeado en el estómago, me arrebataron las insignias episcopales y agredido verbalmente. Estoy bien gracias a Dios. Se liberó la basílica y a quienes allí estaban. pic.twitter.com/9qTgugBjic
— Silvio José Báez (@silviojbaez) July 9, 2018
Redacción Maduradas con información de Panam Post
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