El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo el jueves que culparlo por la profunda crisis económica del país es un “reduccionismo estúpido”, pero prometió aumentar la producción petrolera y tender puentes con el sector empresarial.
Foto: Prensa presidencial.
Sin detalles y con algunas promesas previas repetidas, pocos esperan que el mandatario socialista haga cambios significativos al deteriorado modelo económico estatista heredado de su fallecido predecesor y mentor, el líder Hugo Chávez.
Maduro, que asumirá su segundo mandato el 10 de enero de 2019 tras haber ganado el domingo unas elecciones consideradas poco democráticas por parte de la comunidad internacional, enfrenta una economía estancada acosada por una hiperinflación y la escasez de productos básicos.
“Esto no es un problema de Maduro, sería muy sencillo si fuera el problema de un hombre”, dijo ante la Asamblea General Constituyente oficialista, a la que presentó credenciales como ganador del domingo. “Si fuera un problema mío (…) es un reduccionismo estúpido”.
Al asegurar que no podrá sanar la economía solo, agregó que quiere tender puentes con los empresarios del país, a quienes ha acusado de participar en una “guerra económica” de la derecha con apoyo de Washington para desbancarlo.
Esta semana fueron liberados un grupo de ejecutivos de Banesco, el mayor banco privado del país sudamericano, que habían sido acusados de “ataque a la moneda” por hacer operaciones cambiarias en el mercado negro.
“Quiero escuchar a los sectores empresariales”, aseguró Maduro. “Sé que no me pueden caer a coba (mentir) y puedo tender la mano para un nuevo comienzos a todos los empresarios del país”, dijo.
Después de las criticados comicios del domingo, Estados Unidos aprobó nuevas sanciones financieras sobre Venezuela en protesta por el proceso electoral. Maduro dijo que crearán “graves y dolorosas” dificultades para los venezolanos.
“Sólo el pueblo salva al pueblo, pero si no buscamos al pueblo ¿quién va a salvar al pueblo? ¿Superman? ¿O Súper Nico?”, replicó.
Información de Reuters / Por Vivian Sequera y Andreina Aponte