En Venezuela, la legislación que regula el control de manifestaciones recibe el nombre de “Normas sobre la actuación de los cuerpos de policía en sus diversos ámbitos político territoriales para garantizar el orden público”.
En su artículo 21, esta legislación establece cómo debe comportarse un agente de seguridad ciudadana en situaciones de protesta en las que deban hacer uso de la fuerza.
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A continuación 10 normas que incumplen los agentes de seguridad:
1. Extremarán precauciones para el uso de la fuerza contra mujeres embarazadas, niños, niñas, adolescentes, adultos y adultas mayores, personas con discapacidad u otros grupos vulnerables.
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2. No emplearán la fuerza contra las personas que se retiran o caen mientras corren y que no participan en actos violentos.
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3. Extremarán las precauciones para el uso de agentes químicos en forma estrictamente localizada, a fin de evitar su difusión y extensión, en inmediaciones o cercanía de edificaciones (…) y se abstendrán de propulsarlos en forma directa contra las personas, evitando sus consecuencias letales o lesivas.
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4. Descenderán en la escala de uso progresivo y diferenciado de la fuerza, a medida que desciende la resistencia hasta que cese o cuando se produzca la finalización de actos violentos.
Foto: Sumarium.
5. No arrebatarán banderolas o pancartas utilizadas por quienes participan en las reuniones públicas.
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6. No arrojarán o devolverán objetos contundentes lanzados previamente por quienes actúan en forma violenta en las reuniones públicas o manifestaciones.
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7. Brindarán asistencia a las personas que resulten lesionadas y evacuarán a los heridos o lesionados.
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8. Notificarán en forma inmediata, en el plazo razonable, a la Defensoría del Pueblo y al Ministerio Público de la aprehensión de personas.
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9. No portarán ni usarán armas de fuego en el control de reuniones públicas y manifestaciones pacíficas.
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10. Las demás establecidas en las Leyes, Reglamentos, Resoluciones y guías prácticas.
Los últimos heridos y muertos en las protestas por la acción de los funcionarios de cuerpos de seguridad dejan claro que estas normas no se cumplen. El caso de Juan Pablo Pernalete, quien murió por el impacto de una bomba lacrimógena en su pecho, prueba que se dispara directamente y a poca distancia contra los manifestantes.
Redacción Maduradas/ Con información de Efecto Cocuyo.
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