La historia de la narcotraficante colombiana Griselda Blanco se volvió de interés público, recientemente, tras el estreno de la serie de Netflix «Griselda«, protagonizada por la reconocida actriz Sofía Vergara.
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Los distintos personajes que dan vida a esta obra también han sido el centro del interés general, especialmente, aquellos que se relacionaron más de cerca con Blanco, como es el caso de Rafa Salazar.
Salazar fue un narcotraficante, miembro del Cártel de Medellín, y a su vez el representante de la organización criminal colombiana en Estados Unidos, que tenía como misión expandir el territorio de su cártel, operado por los hermanos Ocho Vásquez, en el país norteamericano. Así lo reseñó MAG.
Vale mencionar que su nombre completo era Rafael Antonio Cardona Salazar, alias «Rafico». Nació y creció en un barrio pobre de Colombia.
Rafa conoció a Blanco cuando sus asociados lo enviaron para ofrecerle a la mujer una millonaria suma a cambio de cederle sus territorios de control de droga en Estados Unidos. Luego de que ella se negará, se encargó de poner en su contra a sus asociados. Esto generó un importante conflicto, desatado por la ira de la llamada «viuda negra».
Es importante destacar que Salazar trabajó en EE.UU. con el ingeniero judío estadounidense Max Mermelstein, mientras él supervisaba la distribución del producto. A pesar de la confianza que Salazar tenía en Mermelstein, cuando este fue arrestado, el aludido no tuvo reparo en traicionar a todos para salvar su propia vida.
Mermelstein reveló secretos comerciales que permitieron desbaratar toda la operación del Cartel de Medellín en Miami, el cual incluyó entre otros arrestos el de Griselda Blanco.
Cuando Mermelstein fue arrestado en 1985, Salazar se ocultó para que no lo encontraran en Miami. Además, pidió la extradición. Por entonces, había decidido pasarse al bando del Cártel de Cali, entre otros motivos, porque Jorge Luis Ocho había comenzado un romance con su esposa. Por ello, como venganza, colaboró con el arresto de Jorge, un duro golpe para esa organización criminal.
En ese sentido, el 4 de diciembre de 1987, mientras se encontraba en su tienda de autos antiguos en Envigado, Antioquía, un escuadrón de sicarios vestidos como el Ejército Nacional de Colombia desarmó a los guardaespaldas de Salazar y le dispararon con ametralladoras. Rafa tenía 35 años. Se dice que fue asesinado por el Cártel de Medellín.
Redacción Maduradas con información de MAG
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