Decenas de migrantes venezolanos que están atrapados en México mantiene sus esperanzas puestas en la posibilidad que la administración del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, cambie su política fronteriza y comience a dejarlos entrar de nuevo a ese país tras dos meses de la entrada en vigencia del Título 42, es cual deporta a los venezolanos que intenten ingresar a territorio estadounidense.
La autoridad estadounidense para mantener fuera a los migrantes venezolanos provino de una ley de salud pública de décadas de antigüedad, el Título 42, que fue resucitada por la administración Trump durante la pandemia de COVID-19.
A pesar de que la administración de Biden luchó contra la ley en los tribunales, término utilizandola a su favor, primero para los mexicanos y centroamericanos, pero luego para los venezolanos después de que un número récord llegará a la frontera, aumentará la presión política para tomar medidas enérgicas y México accediera a dejarlos entrar de nuevo.
Como resultado de la aplicación de esta ley, los refugios, comedores de beneficencia y campamentos de personas sin hogar, se encuentran abarrotados de venezolanos, desde las sofocantes selvas de Panamá hasta las calles de los pueblos desérticos a lo largo del Río Grande. Algunos piden monedas y comida; otros dependen de la caridad, los trabajos ocasionales y la ayuda de familiares.
El mes pasado, sin embargo, un juez federal dictaminó que la aplicación del Título 42 para restringir la inmigración era “arbitraria y caprichosa”, dando de plazo al gobierno de Biden hasta el 21 de diciembre para poner fin a esta práctica.
Redacción Maduradas con información de Los Angeles Time
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