Nicolás Maduro prometía aquella tarde, una vez más, resolver la crisis económica de Venezuela cuando dos explosiones lo dejaron en blanco en medio de un acto público. Era sábado, 4 de agosto, y las primeras horas fueron de confusión hasta que el propio presidente lo confirmó: «Han intentado asesinarme».
De esa manera, el líder chavista explicó por qué se vio obligado a interrumpir su discurso, que estaba siendo transmitido de forma obligatoria en radio y televisión, y a abandonar el lugar escoltado por más de una decena de agentes, que mantuvieron ileso al gobernante.
La última imagen que vieron los venezolanos de aquel «atentado fallido en grado de frustración», como lo calificó el Gobierno, fue la de cientos de militares que rompieron filas frente a su comandante en jefe y abandonaron el lugar a toda marcha, aparentemente despavoridos.
Un año después, como ocurre con casi todo lo noticioso en Venezuela, ya no se habla de ese hecho que, sin embargo, generó unos meses de tensión y de nuevas acusaciones contra la disidencia política y los enemigos extranjeros de la llamada revolución bolivariana.
Recuento de los datos más relevantes:
1.-¿Qué ocurrió?
A las 17:41 hora local (21:41 GMT), se escucharon dos explosiones en medio del acto de celebración del 81 aniversario de la Guardia venezolana en el centro de Caracas. El blanco era Maduro, quien encabezó la actividad junto a su esposa Cilia Flores y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino. Los tres salieron ilesos, mientras que siete militares de bajo rango sufrieron lesiones.
2.-¿Qué dijo el Gobierno?
Unas cuatro horas después del incidente, Maduro acusó al entonces presidente colombiano, Juan Manuel Santos, a quien le quedaban tres días en el poder, de haber planeado este atentado junto al expresidente del Parlamento venezolano el opositor Julio Borges, exiliado en Bogotá.
También anunció que habían detenido a algunos de los autores materiales.
3.-¿Cómo actuó la justicia?
La Fiscalía y el Supremo, muy cercanos a Maduro, anunciaron acciones inmediatas que respaldaban la versión gubernamental de los hechos, según la cual, la oposición venezolana estuvo involucrada en el ataque.
Tres días después fue detenido el diputado Juan Requesens, que sigue tras las rejas sin juicio, y hasta ahora se contabilizan al menos 43 implicados en estos hechos, 25 de ellos ya procesados por la Justicia venezolana.
4.-Los confesos responsables
El mismo día del ataque, un grupo anónimo denominado «Soldados de Franela» aseguró en las redes sociales ser los autores del hecho. Se trata, según su comunicado, de un grupo de «militares y civiles patriotas» que no reconoce la legitimidad de Maduro como presidente, al igual que numerosos países, y por ello decidió «emprender una lucha» para «volver a la democracia».
Aunque lamentaron entonces haber fallado el blanco, advirtieron que seguirían su «lucha».
5.-Implicación internacional
La justicia anunció hasta 27 órdenes de aprehensión con notificaciones de alerta roja a Interpol mientras que el Ejecutivo chavista pidió a Perú, Estados Unidos y Colombia la extradición de casi una decena de señalados que, aseguran, se encuentran en esos países, pero un año después, no hay detenidos en el extranjero por este hecho.
Maduro pidió incluso la ayuda de Estados Unidos, a través de su Buró Federal de Investigaciones (FBI), para investigar el ataque y mostrarle «pruebas» que vinculan a un venezolano residente en Florida, pero la iniciativa no prosperó.
6.-El costo del caso Albán
Las autoridades detuvieron el 5 de octubre al concejal opositor Fernando Albán cuando llegaba de un viaje internacional. Tres días después, el Gobierno anunció que el político se había «suicidado» mientras estaba bajo custodia del Estado.
La oposición y numerosos países condenaron enérgicamente a Maduro y lo responsabilizaron por este «asesinato». Esta muerte atrajo toda la atención mediática y restó la solidaridad que Maduro había conseguido tras sufrir el atentado.
7.- Los detenidos
La Fiscalía informó en numerosos comunicados y ruedas de prensa sobre las detenciones que empezaron el mismo día del ataque con dos personas que fueron sorprendidas en «flagrancia» cuando «operaban uno de los drones» que se usaron para el ataque.
Algunos de los implicados son militares retirados y otros están involucrados, según la versión oficial, en hechos como el asalto a un cuartel militar o en la rebelión que encabezó el expolicía Óscar Pérez, también asesinado por las fuerzas del orden.
Casi una decena de cargos han sido presentados contra los detenidos. Sus familiares aseguran que la mayoría son presos políticos.
8.-El atentado hoy
El recuerdo del atentado es una débil llama que apenas se mantiene en la opinión pública gracias a las denuncias de los familiares de los implicados. Denuncian que los detenidos, especialmente el legislador Requesens, han sido víctimas de abusos en prisión.
El hotel en que supuestamente se alojaron los magnicidas fue tomado por los cuerpos de seguridad desde el 5 de agosto del 2018 y hasta ahora sigue cerrado para huéspedes.
Maduro, que ha denunciado cerca de 30 planes magnicidas en su contra desde que asumió el poder en 2013, eventualmente trae a colación el del 5 de agosto para recriminar a la oposición lo que él considera planes desestabilizadores o antidemocráticos.
Redacción Maduradas con información de EFE
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