Pruebas forenses recientes y testimonios de la familia de Jocelyn Nungaray, la niña de 12 años asesinada por inmigrantes ilegales en Texas, confirmarían que la menor fue agredida sexualmente antes de ser estrangulada, lo que permitiría que los implicados -dos venezolanos- fuesen sentenciados a pena de muerte.
La familia de Nungaray confirmó a FOX 26 Houston el martes que ella fue agredida sexualmente antes de ser asesinada. Por el hecho están detenidos dos inmigrantes ilegales venezolanos: Johan José Martínez-Rangel, de 21 años, y Franklin José Peña Ramos, de 26, a quienes acusaron de homicidio punible con pena capital en relación con su muerte. Los dos hombres cruzaron ilegalmente la frontera hacia Estados Unidos a principios de este año. Ambos sospechosos están acusados de atraerla debajo de un puente, estrangularla y abandonarla en un arroyo pensando que estaba muerta.
La Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Harris recibió los resultados de laboratorio, que sugieren que parecía haber sido agredida sexualmente, ya que se encontró semen en ella. Pero la coincidencia de ADN aún no ha llegado, dijo a Fox News una fuente cercana a la investigación.
La Fiscalía del Distrito del Condado de Harris dijo en una declaración a Fox News que «no hará comentarios sobre las pruebas de este caso hasta que llegue el momento apropiado«. El Centro de Ciencias Forenses de Houston se negó a proporcionar detalles.
La familia ahora espera que el tribunal reconozca la nueva evidencia y busca una fianza revocada mientras buscan justicia por la muerte de Nungaray. Si los sospechosos son declarados culpables de agresión sexual podrían ser condenados a muerte, algo a lo que la familia de Nungaray se opone, porque prefieren que los sospechosos tengan que soportar lo que hicieron por el resto de sus vidas.
Su abuelo, Kelvin Alvarenga, dijo a FOX 26 que para la familia será imposible deshacerse de ese sentimiento de pérdida. Su esposa, Melfri Vargas, también se pronunció sobre lo que espera que enfrenten sus asesinos.
«Quiero que recuerden a Jocy el resto de sus vidas», dijo Melfri Vargas, la esposa de Alvarenga, a FOX 26. «Quiero que cada vez que se vayan a dormir recuerden lo que hicieron y le demuestren a los demás que no se meten con nuestra hija, que no se meten con Estados Unidos, que no se meten con Texas».
Alvarenga quisiera que los responsables de la muerte de la menor se enfrenten a cadena perpetua sin libertad condicional: «Cadena perpetua sin libertad condicional, de esa manera podrán recordar cada noche, cuando se vayan a dormir, el trato horrible que le hicieron a nuestra familia».
Redacción Maduradas con información de FoxNews
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