El Comando Venezuela Unida, de la Mesa de la Unidad Democrática, aseguró que invitará una misión de observación “con o sin” autorización del CNE, con la finalidad de garantizar que en las parlamentarias haya observación internacional calificada.
Timoteo Zambrano, coordinador del equipo de Relaciones Internacionales del comando, aclaró que aunque no será la observación institucional del Poder Electoral, estará en Venezuela antes (finales de noviembre), durante y después del proceso electoral.
Para eso, explicó Zambrano, ya la MUD definió un corredor electoral en el que se desenvolverán los invitados y los mantendrá al tanto de lo que ocurre en el CNE. “Por razones obvias, no podemos dar más detalles”, aclaró.
Asimismo insistirán en que el CNE apruebe la observación calificada de organizaciones como la ONU, la OEA, Unión Europea, el Mercosur y la Unasur, entre otras organizaciones.
El equipo de Relaciones Internacionales entregó ayer una carta al CNE en la que aclaró que la Ley Orgánica de Procesos Electorales nunca menciona el término “acompañamiento”, que, asevera el comando, “carece de basamento legal expreso”, pues se presentó vía reglamento.
Zambrano recordó que Venezuela ha suscrito varios tratados internacionales que legitiman la observación, como la Carta Democrática Interamericana.
El jefe del CVU, Jesús Torrealba, aseguró que, además de la observación internacional, habrá una intensa observación nacional ciudadana.
El CNE rechazó el lunes, a través de un comunicado, el interés de la OEA en observar las parlamentarias. El rector Luis Emilio Rondón no suscribió el texto, que, aseveran fuentes, fue escrito sin consultar por la presidente del organismo, Tibisay Lucena.
«DUDOSA RELEVANCIA»
En el texto que la Mesa de la Unidad Democrática entregó al Consejo Nacional Electoral se recuerda que Venezuela siempre aceptó misiones de observación electoral entre 1999 y 2010, y que la figura de acompañantes internacionales apareció por primera vez en la Resolución 130118-0005, del Reglamento General de la Ley Orgánica de Procesos Electorales, emanado del CNE el 18 de enero de 2013.
“Estos acompañantes internacionales representan una figura de dudosa relevancia , dado que su participación se encuentra de suyo mediatizada y su eventual opinión sobre el desarrollo del proceso electoral únicamente podrá ser apreciada una vez publicados los resultados y declarado un ganador”, agrega el texto.
Se recuerda al CNE que Venezuela suscribió los siguientes acuerdos que legitiman la observación electoral: la Carta Democrática Interamericana, la Declaración de Principios para la Observación Internacional de Elecciones y Código de Conducta para Observadores, el Acta Constitutiva de la Unión Interamericana de Organismos Electorales, el Estatuto del Consejo Electoral de la Unasur, el Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático en el Mercosur y el Observatorio de la Democracia del Parlamento del Mercosur.
La Carta Democrática Interamericana señala en su artículo 23 que “los estados miembros, en ejercicio de su soberanía, podrán solicitar a la OEA asesoramiento o asistencia para el fortalecimiento y desarrollo de sus instituciones y procesos electorales, incluido el envío de misiones preliminares para ese propósito”.
En el artículo 24 del mismo texto se aclara que las misiones de observación electoral se llevarán a cabo por solicitud del Estado miembro interesado. “La OEA debe garantizar la eficacia y la independencia de las misiones. Las mismas se realizarán de forma objetiva, imparcial y transparente, y con la capacidad técnica apropiada”, agrega.
Zambrano aclaró: “El CNE no puede abrogarse decisiones fundamentales, tiene que discutirlas con los factores que forman parte de la controversia electoral”.
Con información de El Nacional.