La punta del iceberg. Eso fue lo que encontró la Contraloría General de la República hace cinco años cuando inspeccionó el Puerto de La Guaira (Vargas) y halló decenas de contenedores con alimentos, a punto por vencer o vencidos, que fueron importados por empresas públicas, pues una situación similar se topó en el puerto de Puerto Cabello (Carabobo).
1.714,76 toneladas de carne y de pollo y 1.000 toneladas de leche, ambos cargamentos valorados en 10,5 millones de bolívares, se pudrieron en los muelles del terminal marítimo debido a la pérdida de la cadena de frío, en el caso de los primeros; y por el vencimiento, en el de la segunda.
Así lo denunció la contralora encargada Adelina González en el último informe de gestión que presentó a la Asamblea Nacional, en el cual informó que volvió a ponerle la lupa al Plan Estratégico de Emergencia para el Abastecimiento de Alimentos que el Gobierno puso en marcha en 2007. Por dicha iniciativa filiales de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) como Bariven y la Procesadora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval) fueron autorizadas a importar cientos de miles de toneladas de alimentos.
Al revisar las compras realizadas entre 2007 y 2009 los auditores se encontraron que Bariven entregó en 2007 18 millones de dólares en anticipos por 50% del monto contratado, sin haber exigido las respectivas garantías a los vendedores.
Asimismo encontró que 14.383 toneladas de leche, arroz, pasta, carne y pollo, por un monto de 54 millones de dólares, terminaron siendo declaradas en abandono porque se perdieron los documentos para sacarlos del puerto (Bill of landing); y por ello las empresas debieron desembolsar 5,5 millones de bolívares adicionales por tener esa mercancía almacenada allí.
La Contraloría, en su informe, aseveró que «la falta de diligencia» de las filiales de Pdvsa en estos casos no solo agravó el desabastecimiento de alimentos que el país estaba sufriendo en ese momento sino que de paso congestionó el puerto carabobeño.
González también se quejó de la actitud de las empresas frente a la investigación de su despacho, pues «no hubo entrega oportuna de ninguna de la documentación solicitada» y ello dificultó tareas como la ubicación de «las empresas auxiliares a la aduana que prestaron los servicios de agente aduanal, almacenaje y transporte a Bariven».
Otra vez en la mira
Desde 2008 la Contraloría viene indagando todo lo relacionado con la importación de alimentos y en 2009 ese organismo denunció ante el Parlamento lo que después algunos han dado en llamar el caso «Pudreval», la pérdida de más de 100 mil toneladas de alimentos importados en los puertos por demoras a la ahora de nacionalizarlos o porque fueron comprados cerca de su fecha de caducidad.
En su informe de 2010 indicó que detectó en La Guaira 37 contenedores con leche, carne y pollo, por un monto de 24 millones de dólares; y de los cuales el contenido de 24 ya estaban vencidos.
Pese al escándalo que este caso generó y a las promesas de las autoridades de medidas ejemplarizantes, solamente tres exdirectivos de Pdval pasaron un tiempo en prisión y todavía hoy nadie ha sido condenado por estos hechos.
Fuente: El Universal.