La Policía Nacional de España, en colaboración con Europol, llevó a cabo una operación que resultó en la liberación de 21 mujeres víctimas de explotación sexual.
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Estas mujeres, en su mayoría de origen latinoamericano, incluyendo venezolanas, eran forzadas a prostituirse en pisos prostíbulos distribuidos en varias provincias españolas.
La operación también resultó en la detención de nueve personas vinculadas a la red criminal que las explotaba.
Las víctimas eran captadas en sus países de origen con la promesa de una vida mejor en España. Sin embargo, al llegar, se encontraban con una realidad muy diferente: eran obligadas a saldar una deuda de 7.000 euros mediante la prostitución forzada.
Los explotadores utilizaban diversas tácticas para mantener el control sobre las mujeres, incluyendo la venta de algunas de ellas a otros tratantes por sumas cercanas a los 1.000 euros.
La investigación comenzó tras recibir información sobre la llegada de una presunta víctima de trata.
Las autoridades lograron localizar a la víctima y confirmar la existencia de la red criminal, que operaba en provincias como Ourense, Lugo, Burgos, Cuenca y Sevilla.
Durante la operación, se realizaron registros domiciliarios en estas localidades, donde se incautaron teléfonos móviles, dinero en efectivo y documentación relevante para la investigación.
Redacción Maduradas con información de EFE
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