Yhony Castro, esposo de Rossana Delgado, la venezolana asesinada en Estados Unidos el pasado 24 de abril, enfrentó a una de las sospechosas del crimen el día de la desaparición de su esposa.
Una amiga de la familia, Jeniffer Núñez, contó en una entrevista que Castro rastreó las últimas dos ubicaciones del teléfono de su esposa, una de ellas era en una casa en Decatur, un pueblo en el condado de Dekalb, donde el equipo permaneció durante una hora antes de ser apagado.
Por esa razón, el esposo visitó la dirección y allí se encontró con Megan Alyssa Colone, una de los cuatro sospechosos del crimen de la venezolana. En su encuentro con la mujer Castro se alteró y le gritó a Colone, quien estaba fingiendo no saber lo que estaba ocurriendo.
En una entrevista, Castro explicó que debido a su actitud casi lo meten preso.
«Yo me volví como loco, fui a esa casa, grité. Llegué a la casa, me metí a casa con mis hijos. Había hispanos y había americanos», detalló.
Incluso logró hablar con algunos vecinos y uno de ellos aseguró que había visto un vehículo de color rojo en la casa, cuyas características coincidían con el carro que usaba Delgado.
Ese día la policía se acercó luego de que Colone llamara a las autoridades para denunciar a Castro por su actitud, y los oficiales le pidieron al desesperado esposo retirarse en lugar de buscar a la desaparecida, algo que rechazó la amiga de la familia.
«Los vecinos me dijeron que en esa casa pasaban muchas cosas extrañas«, dijo el esposo.
Ahora las autoridades están el búsqueda de Colone, de 30 años, y el resto de los sospechosos del crimen de Delgado: Juan Ayala-Rodríguez, de 35 años; Óscar Manuel García, de 26 años; y Mario Alberto Barbosa-Juarez, de 29 años.
Redacción Maduradas con información de El Nacional .