Un libro difundido en redes y firmado por una persona de nombre Rómulo Hernández revela impactantes detalles de lo que fueron las vivencias del fallecido piloto del CICPC, Óscar Pérez, ajusticiado por fuerzas de seguridad del madurismo el pasado 15 de enero de 2018.
“Yo hablé con Óscar Pérez… es hora de contarlo”, reúne los relatos de distintas personas que estuvieron cerca de quien fuera fundador de la brigada canina del Cicpc y que compartieron de primera mano mucha información del joven exfuncionario, que se convirtió en una figura emblemática de la denominada resistencia venezolana.
Las páginas de esta obra muestran como un investigador, quien se mantiene en el anonimato luego de abandonar Venezuela, logró tener acceso a detalles sobre operaciones que el joven piloto tenía planificadas y qu, de haberse consumado, habrían cambiado el curso de la historia del país.
“Desde un principio Óscar Pérez hizo grandes esfuerzos, sin éxito alguno, para contrarrestar con acciones contundentes, la matriz de opinión auspiciada por el propio gobierno con la cual hacían verlo como un hombre ligado a sus filas”, señala el autor.
El informante, que se identifica bajo el seudónimo de «Junior», ofreció la conversación en el Ávila, pues indica, ese cerro le sirvió a Pérez para escapar del régimen. Esta persona estuvo en zona norte costera del estado Vargas, en la comunidad de Osma, en donde habló con los lugareños que le contaron cómo fue el hallazgo del helicóptero de Pérez luego de aquel 27 de junio en el que emergió en la vida pública.
Pocos días después, asegura el informante que una persona cercana al piloto le hizo llegar un video de Pérez.
«En el material Óscar pedía apoyo. Quería que fuera difundido entre artistas y personas influyentes que pudieran hacerlo viral. La clara intención era contrarrestar esa campaña surgida de un sector de la opinión pública que dudaba de su integridad y la de sus compañeros», se lee en el texto.
En el caso de José Alejandro Díaz Pimentel, mano derecha de Óscar Pérez el libro revela cómo su familia buscó la ayuda de un conocido personaje del chavismo para evitar que Pimentel fuera asesinado, porque había una relación de consanguinidad entre ellos. Ese familiar era supuestamente era el constituyente Pedro Carreño.
«Ese hombre de la revolución, defensor a ultranza del proceso y conocido por su verbo encendido, Carreño, resultó ser tío abuelo del compañero fiel de Óscar Pérez. El abuelo de Pimentel, Renato Díaz, era hermano de Pedro y Hermes Carreño. No llevaban el mismo apellido porque el papá de ambos solo había reconocido a Pedro y a Hermes, Renato quedó como un hijo natural, fuera del matrimonio. Nunca hubo una relación cercana entre las familias, pero todos sabían que por sus venas corría la misma sangre», se cuenta.
De igual forma, recoge el texto que Óscar Pérez tenía planificada una acción luego de su asalto a sede de la GNB en los Altos Mirandinos. Pero la muerte lo sorprendió aquel 15 de enero.
“Hay información que sorprenderá a propios y extraños, porque la verdad es que Óscar era un hombre muy bien formado en operaciones de comando”, asegura el autor del libro.
Acá puede consultar el libro completo
Redacción Maduradas
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