Miguel Rodríguez Torres, exministro de Interior, Justicia y Paz, quien se postuló durante reiteradas ocasiones al cargo durante el mandato de Hugo Chávez y le fue negado, finalmente pudo ocupar el puesto durante el mandato de Nicolás Maduro, pero, ¿Por qué Chávez no lo quería dentro del ministerio?
Según una fuente confidencial citada por el Diario Las Américas, la respuesta es obvia: Rodríguez Torres tenía aspiraciones presidenciales, y actualmente se evidencia al abrirse camino en una cruzada que busca emular la presencia despótica de Hugo Chávez y su familia en altos cargos de Gobierno en Venezuela.
Rodríguez Torres fue un militar golpista que fue el creador de los conocidos Círculos Bolivarianos y responsable del cambio de nombre de la DISIP, Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención, a Servicio Bolivariano de Inteligencia, SEBIN.
Este alto funcionario del ejército bolivariano se postuló en diversas oportunidades como aspirante a ministro de interior y justicia durante el prolongado mandato de Chávez, pero solo llegó a ser designado después del fallecimiento del gobernante.
“Chávez lo rechazó al menos cinco veces, se sabía que era informante de los federales, del gobierno americano, como aún lo sigue siendo”, explicó la fuente a DIARIO LAS AMÉRICAS.
El padre del exministro, Jorge Rodríguez Galvis, alcalde del distrito Alto Apure, destapó las intenciones familiares de construir la base política que soporte una eventual candidatura de Miguel Rodríguez Torres como presidente de Venezuela y del hermano menor del exfuncionario, Juan Carlos Rodríguez Torres, como diputado. Además, no descartó postularse como candidato a una gobernación.
Estas declaraciones fueron emitidas ante medios locales en Venezuela, donde aseguró que podría establecer alianzas con el partido Acción Democrática, tolda política opositora y de la que fue simpatizante en el pasado, según comentarios de su hijo ante allegados.
“El papá de Miguel Rodríguez Torres es adeco de toda la vida y en la entrevista delata que hay un pacto con ese partido político de oposición […] De hecho, siempre lo decía en la oficina cuando estaba en el SEBIN”, aseveró la fuente.
Estas intenciones se asemejan a la cadena de Gobierno, calificada como despotismo por la oposición venezolana, que erigió Chávez en torno a su padre como gobernador de Barinas y la inclusión de sus hermanos en altos cargos gubernamentales.
Sospechas con fundamento
Miguel Rodríguez Torres ejerció la dirección del SEBIN de manera paralela al despacho de interior y justicia. Su mandato en la policía política fue denunciado por organizaciones activistas pro derechos humanos como la administración con mayor incidencia de torturas contra presos disidentes.
De hecho, investigaciones periodísticas de medios independientes determinaron que los escoltas del exministro Rodríguez Torres dispararon contra estudiantes en el centro de Caracas durante las protestas de opositores en febrero de 2014.
Estos hechos fueron objeto de severas críticas en medios internacionales y redes sociales en Venezuela.
Sin embargo, lo que más cobra fuerza son las vinculaciones del militar golpista con irregularidades administrativas, producto de sus nexos con las altas esferas del poder bolivariano.
La fuente consultada aseveró que Rodríguez Torres tiene al menos tres fincas, localizadas en los estados Apure, Barinas y Guárico. Esta última se estableció en sociedad con un general de la Guardia Nacional Bolivariana que era subinspector de ese componente, “la hermana de este militar fue directora de administración del ministerio de interior y justicia”.
“También estuvo relacionado con el seguro del personal del SEBIN, que son más de 8.000 personas, además de los bienes de cada empleado, pero al llegar la nueva directiva rescindieron de ese contrato”, indicó el informante.
Si de algo pudo sacar provecho Rodríguez Torres fue de las facilidades para contar con pertenencias valiosas durante su administración en el alto gobierno.
Con información de Diario Las Américas.