Anayris Ramírez, madre de Daniel Alejandro Lezama Ramírez, joven asesinado por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), el pasado jueves 7 de abril, dentro del restaurante Bar Thiago’s, ubicado en el sector Tío Pedro, en Carúpano, estado Sucre, explicó lo sucedido.
El Pitazo.
«Doy gracias a Dios que ese video se filtró”, destacó al asegurar que si esas imágenes
no hubiesen salido a la luz pública su hijo habría quedado como un delincuente, porque su caso se intentaba presentar como un enfrentamiento o resistencia a la autoridad.
La madre señaló que hay acontecimientos del crimen que no están claros y que deben conocerse porque, a su juicio, los responsables actuaron con ensañamiento.
Los funcionarios responsable fueron el inspector jefe Jorge Luis Duggarte Rodríguez, inspector agregado Julio César Isava Espinoza, inspector Maikel Enrique Malaver Hernández, detective jefe William Jesús Belisario, detective agregado Yoel Jesús Colmenárez Freítez y detective agregado Cristender Javier González.
Ramírez destacó en primer lugar que pasaron cuatro horas para que se conociera sobre la muerte de su hijo, pues el certificado de defunción indica que murió antes de la 1:30 de la tarde.
«Si a mi hijo lo mataron entre la 1:00 y la 1:30 de la tarde y la noticia empezó a correr pasadas las 4:00 de la tarde, ¿qué hicieron los funcionarios durante todo ese tiempo con mi hijo? Pasaron unas cuatro horas para notificar lo sucedido«, señaló.
Además, los seis funcionarios involucrados tuvieron tiempo para simular un robo frustrado.
«Nos hemos enterado que ellos mismos le habían puesto una pistola, una nueve milímetros. Habían armado todo un parapeto para hacer parecer que Daniel había llegado a ese lugar para robar», detalló la madre.
También recordó que a su hijo no le dieron tiempo de defenderse o de explicar nada.
«Si lo vieron de forma sospechosa, como dicen ellos, debieron darle la voz de alto o revisarlo. Debieron ver si realmente estaba armado, pero no, ellos no le dieron a Daniel opción de nada. De absolutamente nada», dijo.
Del mismo modo Ramírez aseguró que su hijo no llevaba ninguna arma, nunca había tenido problemas con la ley.
La familia se enteró de lo ocurrido aproximadamente a las 4:30 de la tarde cuando el exalcalde del municipio Andrés Eloy Blanco, Ezequiel Rojas, amigo de Daniel Alejandro, avisó en casa de sus abuelos de lo sucedido.
«Yo me enteré más tarde, como a las 6:00 pm. No me encontraba en Casanay, sino en Caracas con mi hija menor que comenzaría la universidad. Quería volar para llegar a Casanay a ver a mi hijo», manifestó.
Por otro lado, recordó que los mismos funcionarios responsables se encargaron de hacer las pesquisas, se llevaron los videos de las cámaras de seguridad del restaurante, pero uno se filtró.
«Se llevaron los videos, se los pidieron a los dueños, pero uno logró filtrarse y con ello salió la verdad a la luz. Sino mi hijo hubiese quedado como un vil delincuente», señaló la madre.
Además. agregó: «Fue una injusticia que se cometió desde todo punto de vista, y yo no voy a descansar hasta que sean condenados y con la pena máxima. Eso no me va a devolver a mi hijo, pero por lo menos que se haga justicia, porque acabaron con la vida de un joven con aspiraciones y con un futuro por delante, que deja un hijo de cinco años. Aquí dejaron también a una madre destrozada. A sus abuelos, tíos, a sus primos. Daniel tenía familia y vamos luchar hasta lo último para que no sea otro crimen que quede impune».
Redacción Maduradas con información de El Pitazo.
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