El pasado mes de noviembre, nueve efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), detenidos por conspiración en la cárcel militar de Ramo Verde, se fugaron cuando era trasladados de regreso al recinto luego de acudir a los tribunales de Fuerte Tiuna.
Foto: @CATERINAV
Los funcionarios son parte del grupo “La espada de Dios”, comandado por el general Ángel Pérez Vivas, a quienes capturaron a principios de año luego de que desconocieran la autoridad de Nicolás Maduro como presidente de la República.
Los primeros detenidos fueron los primeros tenientes José Ángel Rodríguez Arana, Ronald Leandro Ojeda Moreno y Marco Antonio Briceño Camacho. A este grupo se sumó el capitán Víctor Asdrúbal Pereira Labrador. Los imputaron por rebelión, instigación a la rebelión, motín y traición a la patria.
Rodríguez Araña reveló: “Se contactó a Ángel Vivas para que nos diera luces de la operación, luego de allí comenzó el reclutamiento”. Según él, el plan fracasó porque en el proceso de captación “hubo un infiltrado que nos delató”.
Finalmente contó que estando detenido en el Dgcim duró tres días siendo torturado, por órdenes del coronel Franco Quintero y el teniente Abel Angola, en el “Cuarto de los locos“. Agregó: “Me trasladaron a la cárcel de La Pica (Maturín), y la gente de la resistencia, junto a mis compañeros, me ayudaron a lo que fue mi traslado y escondite (fuga)”.
Ofreció detalles de la muerte del teniente Rafael Arreaza Soto, desmintiendo que se hubiera suicidado durante un intento de fuga en Ramo Verde: “en su persecución le dan un tiro. Los funcionarios de la policía nacional fueron los que le quitaron la vida”, dijo.
Redacción Maduradas con información de El Cooperante.
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