Recientemente, se pudo saber que Santiago, un joven camarero de 25 años de edad y origen venezolano, fue detenido en Madrid (España) por ser consumidor y distribuidor de pornografía infantil, y por abusar de su propia hija de poco más de un año de edad.
El Mundo
Funcionarios que llevan a cabo la investigación encontraron gran cantidad de material comprometedor en el teléfono del hombre, así como de su pareja, una mujer de 20 años de edad, quien sería la madre de su hija. Además, se hallaron, en el dispositivo de Santiago, al menos dos videos que él mismo habría grabado, violentando sexualmente a su pequeña. Así lo reseñó El Mundo.
Las averiguaciones determinaron que Santiago también recorría, constantemente, las calles de Madrid, específicamente, las áreas de la plaza de España y el Templo de de Debod, en busca de niños y adolescentes para ofrecerles sostener encuentros sexuales, incluso si estos no tenían la edad mínima de consentimiento, que son los 16 años de edad.
«Se acercaba siempre a adolescentes y niños de estética gótica o emo y ofrecía cosas a los más mayores a cambio de los contactos de los más jóvenes», contó «Viper», una persona de su entorno que por temor a represalias ha pedido ser identificada con este seudónimo.
Así mismo, el hombre tenía varios perfiles en redes sociales, en los que se hacía pasar por un adolescente para conocer a otros jóvenes y niños.
Sus antecedentes
Hasta hace poco, el hombre acumulaba dos detenciones en el lapso de unos meses por compartir y distribuir pornografía infantil. La tercera fue la que la Unidad de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional ejecutó este pasado mes de agosto, por violar a su propia bebé y por ofrecer a la menor a otros pederastas para que hicieran lo mismo. Los investigadores determinaron que estos encuentros con otras personas nunca fueron aceptados.
Además, sus padres lo habrían echado de su vivienda, luego de que agrediera a su propia madre.
El medio refirió que, durante la tercera detención de Santiago, su pareja y madre de la niña, también fue arrestada, ya que en su móvil había material pedófilo. Sin embargo, el detenido la exculpó, aparentemente, porque era él quien usaba su teléfono para compartir imágenes sexuales de menores.
Además, en septiembre de 2022, la Unidad de Ciberdelincuencia y la Policía de EE.UU. identificó a una persona que compartía imágenes sobre explotación sexual con menores de corta edad, a través de redes sociales. Al investigador su entorno, se dieron cuenta de que se trataba de Santiago y el hecho de que acabara de tener una hija, en mayo de 2022, puso a las autoridades alerta.
Condiciones de vida
En septiembre, los agentes solicitaron la entrada y registro de la vivienda donde vivía Santiago con su familia y otros dos inquilinos a los que alquilaban habitaciones. La residencia estaba ubicada en el barrio de Lucero, en el distrito de Latina, en Madrid.
Se pudo saber que el lugar se encontraba en pésimas condiciones de salubridad, por lo que los agentes dieron parte a los Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid, quienes retiraron la custodia a los padres unas semanas después. En la vivienda, también se encontraron restos de drogas, ya que, aparentemente, ambos progenitores eran adictos.
Por su parte, la niña se encontraba en un estado total de abandono, hasta el punto de tener todo su cuerpo cubierto de arañazos.
A su pareja, al parecer, la maltrataba y controlaba «sistemáticamente», al punto de que se supo que, cuando se conocieron, la mujer iba a cambiar de sexo, pero Santiago la habría convencido de lo contrario. Investigadores sospechan que la habría embarazado, precisamente, para evitar su transición.
Yan solo por los delitos relacionados con su última detención se enfrenta a una pena de hasta 25 años de prisión.
Redacción Maduradas con información de El Mundo
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