La comunidad de Candelaria, Valle del Cauca, continúa conmocionada por el trágico desenlace del caso de Sofía Delgado, la niña de 12 años cuyo cuerpo fue encontrado sin vida tras 18 días de intensa búsqueda.
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Lo que más ha conmocionado a la opinión pública es la revelación de que el principal sospechoso, Brayan Campo, no solo era un vecino cercano a la familia, sino que también se había involucrado activamente en las labores de búsqueda, simulando consternación y desesperación.
La doble vida de Campo ha dejado al descubierto una personalidad perturbada y capaz de cometer un acto tan atroz. Mientras se presentaba ante la comunidad como un preocupado vecino que colaboraba en la búsqueda de la menor, en realidad la tenía secuestrada y había cometido el irreparable daño.
Esta revelación ha generado indignación y repudio hacia el asesino confeso, quien ahora enfrenta cargos por feminicidio agravado, secuestro y ocultamiento de material probatorio.
Fue el padre de Sofía, un hombre llamado Cristian Delgado, quien relató que luego de la desaparición de la niña él habló con Brayan y su esposa —dueños de la veterinaria a la que la menor se dirigía antes de desaparecer—, quienes aseguraron que la pequeña jamás llegó a la tienda de productos para mascotas.
Sin embargo, ahora se sabe que la víctima sí llegó a la tienda y que ahí fue secuestrada por Brayan, quien horas más tarde la asesinó y abandonó su cuerpo en una zona rural.
Redacción Maduradas con información de El Heraldo
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