Los titulares recientes se han centrado en el duque y la duquesa de Sussex, el príncipe Harry y Meghan Markle, más que en el príncipe William y Kate Middleton. Un punto de discordia notable se ha revelado en un nuevo libro que afirma que la reina Isabel II, entonces monarca reinante, estaba molesta por la elección de Harry y Meghan de nombrar a su hija Lilibet.
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Lilibet era un término cariñoso utilizado exclusivamente para la reina por su padre, el rey Jorge VI, y más tarde por su marido, el príncipe Felipe, lo que generó controversia sobre el uso de este apodo profundamente personal.
La biografía de Robert Hardman, Charles III: New king, new court (Carlos III: nuevo rey, nueva corte), revela a través de un empleado del Palacio de Buckingham que la difunta reina Isabel II nunca concedió permiso a su nieto, el príncipe Harry, y a su esposa Meghan Markle, para usar su apodo para su hija, señaló el medio argentino La Nación.
Contrariamente a las afirmaciones que la pareja hizo hace unos dos años, el libro afirma que la reina estaba «más molesta que nunca» por la audacia de la pareja. La idea es una sorprendente revelación sobre la tensión entre los miembros de la familia real.
Sin embargo, un portavoz de la pareja aseguró: «El duque habló con su familia antes del anuncio. De hecho, su abuela fue el primer miembro de la familia al que llamó. Durante esa conversación, él compartió su esperanza de llamar a su hija Lilibet en su honor. Si ella no hubiera sido de su apoyo, no habrían usado el nombre».
Redacción Maduradas con información de La Nación
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