Los 91 ciudadanos colombianos que fueron acusados por el presidente Nicolás Maduro de instalar un “campamento paramilitar” a 500 metros del palacio de Miraflores, han durado seis semanas presos sin haber iniciado el juicio, sin pruebas ni acusaciones y sin esperanzas de salir en lo inmediato.
El diario El Nacional explicó que ninguno de los apresados tiene sus papeles de identificación en regla en Venezuela, pero también les impiden regularizarse o ser deportados.
Los paramilitares han rotado por varios centros de reclusión policial en el estado Táchira y en Caracas. Temen que seguirán presos, pues de ser liberados, se comprobaría que la acusación del campamento militar es falsa.
“Ya un par de policías nos han dicho que lo nuestro es una detención política”, indicó uno de los detenidos de manera confidencial para el diario El Tiempo de Colombia.
Los infortunados dicen que se montó un «falso positivo», pues después de que Maduro anunciara sobre el supuesto hallazgo de 92 «paracos», ordenaron a la policía buscar a gente indocumentada.
“Nuestras familias están pasando hambre, hacen cola para comprar el poquito de comida que nos pueden traer, los que trabajamos somos nosotros. Ya en mi casa no nos queda ni cinco, están sufriendo las mujeres y los niños”, reveló uno de los acusados.
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Redacción Maduradas con información de El Nacional