El gobierno de Vladimir Putin ha intentado ocultar que hasta el pasado viernes ya habían muerto en Ucrania siete de sus generales y 14 comandantes, entre ellos el comandante de la flota de guerra rusa en el mar Negro.
Según un artículo del periodista Pablo Hiriart, publicado por El Financiero, la moral del Ejército invasor se ha reducido.
«No es para menos: más de media docena de sus generales, semidioses en los eventos oficiales, pavorreales con sus medallas relucientes en los uniformes de gala, yacen muertos en Ucrania», indicó.
Recordó que Rusia planeaba tomar Ucrania en solo un par de días, ni siquiera consideraban que se trataría de una guerra sino «una operación militar especial».
«Putin sienta a los miembros de su gabinete cada vez más lejos de él. No se le pueden acercar a cierta distancia ni sus más importantes colaboradores. Señalan los medios con información en Moscú, que el círculo íntimo con el cual Putin acuerda sus decisiones está cada vez más reducido. El dictador está nervioso, desconcertado por el muro que su Ejército ha encontrado en Ucrania», señaló.
Según el experto, Putin culpa a otros por sus malas decisiones, porque a pesar de sus tropas y armas no han podido tomar ninguna ciudad ucraniana importante en más de un mes.
«La medida de distanciamiento físico con sus más íntimos revela su nerviosismo por un posible alzamiento interno en contra suya. Teme que lo maten, seguramente. Desconfía de los jefes de sus servicios de inteligencia. No le faltan motivos: son pésimos, comparados con los ucranianos», precisó Hiriart
Redacción Maduradas con información de El Financiero.
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