La misión diplomática enviada por la Unión Europea (UE) a Caracas aguarda la respuesta del régimen venezolano sobre la petición de retrasar seis meses los comicios legislativos del próximo 6 de diciembre, que en las actuales condiciones no reconocerá el bloque comunitario.
“El objetivo era convencer a las autoridades de que se pospongan las elecciones seis meses, no por retrasarlas, sino para dar tiempo a que el Gobierno y la oposición negocien sobre las condiciones”, indicó este miércoles un alto funcionario de la Unión.
La misión, enviada el pasado 24 de septiembre por el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, y encabezada por el secretario general adjunto del Servicio Europeo de Acción Exterior, Enrique Mora, y el director general en funciones para las Américas, Javier Niño, regresó este martes a Bruselas.
En la capital venezolana, tuvo un “70 %” de sus reuniones con grupos de la oposición o la sociedad civil, pero también con representantes del régimen de Nicolás Maduro: el vicepresidente de Comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez, y el gobernador del estado de Miranda, Héctor Rodríguez.
La misión no tenía entre sus objetivos encontrarse con Maduro por no ser considerado como su “interlocutor”, al contrario que el canciller venezolano, Jorge Arreaza, con quien no obstante no se pudieron entrevistar, indicaron fuentes comunitarias.
Ante el régimen venezolano, la UE dejó claro que no tiene «nada que ofrecer» a cambio de un retraso electoral y que no se trata de una negociación, pero advirtió de que tal y como están planteados los comicios el 6 de diciembre no podrá reconocerlos ni tampoco a la Asamblea Legislativa (Parlamento) resultante.
Además, apuntó que se prevén sanciones para las personas implicadas en el proceso electoral en ese caso.
“Dijeron que lo mirarían y seguimos esperando la respuesta” de las autoridades venezolanas, indicaron las fuentes, que agregaron que no dieron un plazo para que contesten aunque reconocieron que estiman unas dos semanas como máximo, ya que a mediados de octubre se considera la fecha límite para cambiar la fecha por razones técnicas.
“Al final, obtuvimos compromiso del Gobierno de responder si pospondrían las elecciones o no”, concluyeron.
Las fuentes subrayaron que el aplazamiento de seis meses “no es arbitrario” sino que, además de dar margen para negociar con la oposición, permitiría a la UE preparar una misión de observación electoral.
EFE
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