La decisión de la Asamblea Nacional y el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, de no enviar más petroleo al gobierno de Cuba, pondrá al régimen castrista en serias dificultades a la hora de reemplazar el crudo venezolano con combustible de otra procedencia.
Foto: Cubanet
«El petróleo de Venezuela cubre la mayor parte el suministro de energía de Cuba. Reemplazar ese suministro hundiría al país en una profunda crisis. Obligaría definitivamente a drásticos programas de austeridad y supondría una gran carga para la población”, explicó Bert Hoffmann, director del Instituto GIGA para Estudios Latinoamericanos, en información difundida por el portal alemán DW.
Aunque no se conocen cifras oficiales de la cantidad de barriles de petróleo venezolano que llegan a Cuba diariamente, se calcula que son unos 115.000 barriles diarios, lo que supone 80% del consumo total de la isla.
La Habana se verá obligada a recurrir a nuevos proveedores de crudo como Rusia, Argelia, México o Qatar.
«Tras largos años de experiencia, Cuba sabe negociar con inteligencia política. En eso, el gobierno de La Habana no es tan radical sino más pragmático”, explicó Manuel Neumann, miembro de la Asociación para Latinoamérica de Hamburgo.
Redacción Maduradas con información de DW
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